Hace muchos años, tantos que ya se perdio la cuenta, había un hombre cuya voluntad y coraje marcaron la diferencia. Creció ideando un mundo diferente, planenado una revolución, imaginando un futuro. Sucedía que sus ideas eran atemporales, y no se desvanecian a lo largo de los años, todo lo contrario se reforzaban. Conforme iba creciendo, sus proyectos iban evolucionando y sus motivaciones se profundizaban.
Hace muchos años, hubo un grupo de hombres que no se quedaron sentados mirando las injusticias. Hubo un grupo de idealistas en acción. "La balas dañan edificios y exterminan gente, pero no las ideas". Sabían que sus vidas no alcanzarían para lograr sus sueños, pero eso nos les parecía una injusticia. Guardaban la ilusión de que su lucha, sus sueños, sus proyectos, y por sobre todas las cosas, sus ideales, inspiren a otros hombres valientes en el futuro y, tal vez, se lograra el cambio tan anhelado, aunque sabían que no llegarían a verlo realizado. Trabajaban a conciencia, por un mañana lejano...
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