29.3.10

Olvida, pronto.

Es triste no recordar los momentos que pasaron antes, esos que ayudaron a construir lo que somos en el presente. Los recuerdos son el núcleo que asocia el pasado con el ahora, lo que ata a la vida que fue con la que vendrá, los niños con los ancianos.
La vida pasa rápidamente para quienes estamos aquí, lo único que queda, entonces, son las memorias. Pero el exceso en todo sentido es perjudicial, en este caso, tener memoria absoluta es doloroso. Recordar cada detalle, cada palabra, cada silencio, desde los susurros mas dulces hasta los colores del día, debe ser el abismo para el bienestar psicológico. Tener guardado en la memoria cada instante de los vividos; el color de unos ojos, las miradas enamoradas que ya no están, el olor característico de una piel, la voz de alguien, las palabras mas bellas que ahora son ausencias, el sabor de unos labios, el ardor del dolor, las lágrimas bajando, el rostro de una despedida, el ruido de un objeto cayendo que te transporta a mejores tiempos, y sus significados; todo lleva impregnada la crudeza del ya no ser. Cada pequeñez es infinita, y al no existir el olvido, las tristezas se agrandan, las nostalgias perduran, hasta adquirir una importancia rayana en el idealismo.
En este caso, el tiempo solo haría más difícil la convivencia con el pasado ausente pero aún vivo; el tiempo sólo incrementaría la nitidez y frescura de los recuerdos encapsulados. Sólo haría más ardua la espera.
El trabajo de los amantes debería cambiar para amoldarse: si se aman no se dirían nunca un "no me olvides", sino más bien "Olvida, pronto".

26.3.10

Vida: Alargada y distraida...

24.3.10

Día de la memoría, por la verdad y la justicia.


La memoria sigue fresca en los que estamos y en los que no, en los que son solo ausencias desde hace mas de treinta años, en los que no saben quienes son, en los que desaparecieron pero están mas vigentes que muchos otros, en los que se buscan y en los que se encuentran, en los que piensan ser lo que no son pero buscan la verdad, en los que bucearon en el pasado, en los que no estábamos pero ahora estamos, en los que estaban pero ahora no están mas, en los que miraron sin ver, en los que hicieron lo que pudieron, en los que luchan, lucharon y seguirán luchando, en los que triunfaron y en los que la siguen peleando, en los que nacieron en ausencia del sol, en los que perdieron la identidad, en los que la recobraron, en los que militan, en los que gritan por los que no tienen voz, en los que son mayoría y todavía mas en los que son la eterna minoría. La memoria esta intacta para todos nosotros, la preferimos al olvido, la preferimos a esconder la mugre bajo la alfombra. Elegimos la memoria a pesar de que duela, a pesar de que arda, a pesar de que sigan metiendo el dedo en la llaga. Sabemos que la memoria es importante porque guarda las claves del futuro, porque es la razón del presente, porque aunque la aten, aunque la intenten borrar, es parte de la identidad de lo que somos como sociedad.
No olvidar, no hacer la vista gorda, no mas puntos finales, no mas generaciones aniquiladas, no mas del "no te metas", no mas del "Algo habrán hecho", no mas vergüenza, no mas silencios, no mas censuras, no mas miedos, no mas oscuridad, no mas de todo eso. Porque siempre están al acecho, buscando el momento oportuno para volver. Son como las ratas oliendo la comida, esperando que no haya nadie, y al amparo de la oscuridad, agarrando un trozo de basura. Pero no van a volver si recordamos, no van a volver porque estamos preparados, porque no vamos a repetir lo mismo, porque sabemos como fue, porque elegimos libremente, porque maduramos, porque prendimos las luces y nunca mas se apagaran. Y son 30 mil luces, y son muchas mas. Son los 400 chicos que todavía se buscan, y los 101 que ya se encontraron. La luces son las madres y las abuelas, y los padres y los hijos. Y se alumbra la Plaza de Mayo, se alumbra el Santa Lucia, se alumbran todos aquellos lugares donde era común ver a aquellas treinta mil luces que se apagaron. Porque somos jóvenes y entendimos la lucha que hubo antes de nosotros y la tomamos y la seguimos. No van a volver porque sabemos que no se negocia la libertad. No van a volver porque no olvidaremos. No van al volver porque vamos a gritar fuerte y claro, con bronca y repudio: Nunca más!

22.3.10

puedo decir: tu pintura esta lista...

Confeccione un cuadro. Lo pensé desde hace tiempo, tenia que ser pequeño para poder esconderlo cuando sea necesario. Debía ser de colores fuertes para alegrar a los corazones mas melancólicos. Carecería de angulaciones para dar la impresión de infinito. Estaría indefinido para que cada uno pudiera otorgarle el simbolismo que le surja.
Elegí, tomándome mi tiempo, cada cosa que iba a formar parte de el: los pinceles mas suaves para que al rozarlo no sienta mas que un leve cosquilleo que lo hiciera sonreír; los acrílicos espesos, para que se pudieran apreciar, a simple vista, las texturas tan distintas y tan iguales que lo forman; un lugar fresco para no aburrirme, y un copita de plástico color azul marino para que el agua se convirtiera en mar mientras pintaba.
Las hojas del otoño caían aquella tarde y le daban al arte una oportunidad mas de inspirarse, pero las musas ya estaban enfocadas en otra cosa. Mi cuadro iba tomando forma, mi orgullo iba en aumento, las hojas seguían cayendo, el viento soplaba sin tregua, y la noche se entre veía cerca de los árboles. Entonces, tome el pincel mas fino, y dibuje aquellas pestañas. Estaba listo.
La humildad era para otro momento, no allí, no ahora, no con aquella belleza mirándome desde un lienzo. Decidí cambiarle el titulo a la obra, y sobre la marcha improvise unas palabras sin ningún sentido para restarle emoción.
El camino de la artista había concluido, y soberbiamente, me regale un aplauso apagado y contundente, sonreí, y me quite los ropajes de pintora. El cuadro se quedo solo con mi persona en el silencio de aquella noche. Lo mire fijo durante largo rato intentando encontrar las palabras para definirlo, los errores para criticarle, las manchas, algo que lo hiciera menos perfecto y que justificara el hecho de no mostrárselo a nadie jamas...En eso estaba cuando me vinieron a la mente los recuerdos, las noches soñándolo, las tardes preparándolo, los anhelos en él depositados... Invariablemente correría la suerte de un simple cuadro de decoración de consultorios médicos sino se lo obsequiaba a su ideólogo implícito, y eso sería una real pena.
Aquel cuadro fue lo que debió ser, fue invisible, fue luminoso, fue admirado y despreciado en igual medida, fue cómodo, y por sobre todas las cosas, fue la prueba tangible de un momento inmejorable. Ahora es un recuerdo colgado de una pared.

21.3.10

If...

Si quisiera que no vuelvas, que no llames, ni aparescas; Si deseara que me olvides, que me odies, que ni me mires; Si tuviera ganas de callar, de no dejar huellas, de no mirarte al pasar; Si todo no me llevara a ti, si mi mundo no se llamara como vos, si tu nombre se me olvidara; Si no temiera a perder, si no jugara a ganar; Si quisiera que no estés, que no existas, que seas nadie; Si anhelara que el deseo se vaya tras de ti, que la luna no salga hoy aquí, que las canciones no me recuerden lo que perdí; entonces: no habría un si, no pondría un condicional sino un terminal; Si lees con atención, descubrirás un potencial ¡Verás que no hay final! Si todo lo que empieza con si, fuera verdad, los si estarían de más, y los signos de puntuación cambiarían, pondría un punto final.

20.3.10

Fueguitos


"...Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llenan el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."




Eduardo Galeano, "El libro de los abrazos", "Fueguitos", 1989.

18.3.10

Punto de inflexión

Existe un momento en la vida en que cambia todo lo que nos es familiar. En matemáticas se lo llama Punto de inflexión, y es cuando se cambia la curbatura de una función en un gráfico. Es un instante pequeño, casi inexistente, pero es allí en donde se pasa toda la vida en negativos, adelante y atrás, mezclada y desordenada. Ese mínimo detalle es el segundo en que se hace evidente cada paso. Es un dejavu sin sentido que trae recuerdos del pasado pero que aclara, también, lo venidero. Todo lo no dicho, los hubieras y hubieses que dejamos atrás vuelven para mostrarnos aquel camino paralelo y misterioso, el rumbo que hubieran tomado los acontecimientos si tan solo hubiesemos cambiado la elección.
Es sólo un detalle encapsulado en un momento, una claridad única y maravillosa. Invariablemente la historia cambia de allí en adelante. Se caen las estanterías, se borran los dolores, se desatan las tormentas y se invierte el orden establecido. Este, llamado punto de inflexión, es nada más ni nada menos que una revolución de carácter interno, sin pausas ni prisas, pero tan contundente que llega a la victoria en un instante y hecha por tierra el pasado. Ese segundo, aquella aura, aquel momento tan fugaz e impredecible es lo que nos hace despertarnos, levantarnos de nuestro letargo, es una reacción, al fin!
Pero para llegar a aquél punto, primero hay que equivocarse, hay que estar dormido. En matemáticas, antes de llegar a la inflexión la función debe ir frenando en su camino. Pero aquel no es un tiempo perdido, pues luego de aquel instante vuelve a acelerar más decidida y más fuerte que antes. En la vida es igual: se debe llegar al punto de inflexión, frenar, reaccionar, para luego salir fortalecido de nuevo a la vida.

15.3.10


Que problema el no ser, en una sociedad pintada con afiches que te obligan a definirte hacia un lado o el otro. ¿Y que pasa cuando no tengo clara aquella elección que me exigen los poderosos, o el entorno?¿Que se supone que debo hacer? Lamento no ser quien todos esperan que sea, lamento no seguir a la mayoría sin cuestionar sus rumbos, lamento no aceptar sus normas sin investigar sus porques, lamento no ser el individuo fácil de manejar que esta sociedad intenta alienar. Lo lamento no por mi, lo lamento no por vos porque vos no sos vos, sos una masa, sos un todo homogeneo y sin matices, sos la media, sos la regla, sos mediocridad. Lo lamento por las personas que antes de mi buscaron la igualdad, lucharon por no seguir la corriente, bucearon a contramano de sus contemporáneos para encontrarse, y finalmente se dejaron llevar por la corriente. Me duele que se hayan rendido, que hayan comprado el producto que les impusieron.

14.3.10

Argentina abrazó a Chile.

Calamaro & Cerati
Pedro Aznar.
Leon & Demente




Bronca, cuando ríen satisfechos, al haber comprado sus derechos.
Bronca cuando se hacen moralistas, y entran a correr a los artistas.
Bronca cuando a plena luz del día sacan a pasear su hipocresia.
Bronca, de la brava, de la mía. Bronca que se pueda recitar.
No puedo ver tanta mentira organizada, sin


responder con voz ronca mi bronca.
Bronca porque matan con descaro, pero nunca nada queda claro.
Bronca porque roba el asaltante pero también roba el gobernante.
Bronca porque esta prohibido todo, hasta lo que haré de cualquier modo.
Bronca porque no se paga fianza si nos encarcelan la esperanza.
Bronca, pues entonces cuando quieren que me corte el pelo sin razón:
es mejor tener el pelo libre, que la libertad con fijador.

10.3.10

Gravedad.

Dejé sobrepasar límites, y perdí las reglas que me obligaban a pisar la tierra. Rompí las ataduras que el adiós me había dejado. Alguien más me abrazo a la vida pero no eras vos, y no puedo pelear con la gravedad. Las fuerzas de atracción no son más que fuentes de conflictos y no lo acepto. El reloj empezó a correr y pienso que, aunque trata de luchar contra la gravedad, me deberé quedar aquí. El tiempo y la ciencia me tiran abajo, y no puedo escapar.
Algo cambió, allí no hay más, pero aquí sigue todo igual, y trataré de ganarle a la gravedad. No quiero, otra vez, caer, prefiero volar como mariposa y morir al ponerse el sol dejando atrás lo que me hacía bajar.
No hay nada que decir, el segundo beso fue muy claro lo entendí, las palabras sobra, es un adiós para mi. Pensé en mucho mientras golpeaba el suelo, una y otra vez, y mi espalda se quebró, no hay músculos pero las fuerzas de la naturaleza no se rinden, siguen golpeándome.
Cerrando los ojos, apretando fuerte los dientes y encomendándome a los cielos, corro hacia el acantilado, y la luz del sol proyecta sobras en las imágenes de mis ojos. Y voy abajo, pero algo pasa. Me logré escapar. Le gané a la gravedad.

5.3.10


Ellos dicen que puedes ver el futuro dentro de un vaso de agua. ¿Podré ver el cielo en el mío?