27.11.11

From Louise, to Thelma.

¿Que puedo decir? soy una mujer con suerte. Tengo lo básico que necesito y un plus. El plus son las personas que están en mi vida, en particular una, la que dicen que pasa desapercibida. Ella no es transparente, solo que deja que los demás podamos brillar:  no se pone en el foco de la cámara, sino detrás, ella es la que hace que quienes la rodeamos nos sintamos protagonistas. Ella no es gris, sino que tiene todos los colores de la luz y mas, y mezclados parecen uno, pero si miramos de cerca reconoceremos a cada uno en particular en ella. Ella es mas que una persona común, ella tiene la maravillosa capacidad de escuchar, de hacer de un silencio un mundo, de aconsejar con un abrazo. Aveces a ella se la confunden, la miran y creen no ver nada. Pero ella esta allí, es solo que no se muestra a todos, sino solo a quienes desea. Solo nosotros, los privilegiados, podemos conocerla de verdad y en todos sus aspectos, liberándola de prejuicios y reconociendole sus características particulares, y es por eso que digo que soy una mujer afortunada: Yo la conozco.  Es de esas personas que se encariñan con los recuerdos, que se apegan a lo importante, que juegan con los momentos, pero que jamas olvidan ni se dejan olvidar. Es del tipo de gentes que miran a los dos lados antes de cruzar, piensan antes de hablar, imaginan antes de actuar,  y sin embargo, se divierten con juegos de azar, y sueñan con magia, y creen en los duendes. Ella es de las que creen que con esfuerzo todo se logra, y lo hace. Se identifica con las personas que tienen tantos sueños que no les alcanza la noche para dormir e imaginarlos, y encuentra una cama en cualquier mesa, y una almohada en cualquier lata.
Thelma y Louise.
No se con cuantas frases puedo describirla si, en realidad, para hacerlo necesitaría una vida y mucha memoria para enumerar las anécdotas que merecerían aparecer. Si al final todo lo que escribo se lo lleva el tiempo, pero  en el fondo se que escribirlo la hace un poquito mas especial de lo que ya es, no tanto por mis palabras sino mas por todo lo que significa en mi vida. Cualquier día con ella es bueno, cualquier tristeza se puede superar, si en sus silencios se saben apreciar, si sus palabras se atesoran, si sus risas se contagian. 
Por mi parte puedo afirmar que soy feliz sabiendo que ella es mi amiga y que no importa lo difícil que sea el futuro, lo fuertes que sean los dolores que nos depare la vida,  las distancias que nos separen y los mañanas que nos toquen en suerte, siempre habrá un día soleado y tranquilo para disfrutar con ella.

21.11.11

Identidad


Soy solo lo que queda después de una lluvia: un poco de agua en la vereda, un aire pesado y húmedo, un tanto de olor a pasto mojado, una canción desesperada. Sos todo lo  que habita en un día soleado: el brillo en los ojos al mirar arriba, algo caliente que enfurece a las palomas, la luz que hace progresar a los jazmines, y un apuro desmedido por seguir. Juntos no somos más que un par de primaveras y un otoño, nada mayor que los atardeceres en el centro  y los amaneceres clandestinos, un algo que flota y se escapa. Los demás son como los mazos de cartas, como las jugadas de ajedrez, no más que una estrategia del teg, bastante menos que un gol de Boca; tan solo llegan a ser una canción del montón. El tiempo se identifica a si mismo y nos traspasa como mostrándonos nuestra impotencia, no es algo que deba preocuparnos nos dicen ellos, pero sabemos que hay  más detrás: sabemos que el tiempo nos condiciona, que están esperando que desistamos. Conocemos bien el mecanismo de la resignación y confiamos en no caer en la trampa de la seudomaduracion. El espacio sí que no interesa, es menos que una dieta de verano, se deshace entre voces y recuerdos;  y aunque quieran hacernos creer que no se puede conquistar, en cierta forma les ganamos ya hace un montón.  Y qué decir de los pasados: de los tuyos tan perturbadores como afianzados, tan exigentes conmigo que me canso de intentar; de los míos, tan insistentes en su afán de hacerme naufragar, tan miserables que no se pueden borrar.  Como para no luchar contra los ayeres  si nos están midiendo, nos están pesando, nos encuentran defectuosos, y actúan sobre nuestra debilidad.  Aun ahora que me pongo a pensar, sé que lo vivo sigue siendo por azar. 
Sos lo que se acoge en el umbral de mi voz al cantar la canción desesperada que soy yo. Soy aquellas gotas de sudor que bajan la espalda y mojan el alma en tu calor.  Quien diría que podríamos llegar a habitar un mismo espacio en simultaneo y por igual. Cuantos habrán jugado a las barajas y apostado a los dados su vivir. Nosotros no, aunque pensándolo mejor, tiene mayor sentido el destino del timbero, que el del que estudia y se olvida de vivir.

15.11.11

    


         Amo la traicion, pero odio al traidor...