27.11.10

Los sueños de realizaciones futuras


Te queria escuchar en una estrella, te queria sentir en el brillo de la luz como a mi me gusta. Te queria contar el secreto que te ha estado perturbando. Te queria ver sacandole el gusto a la noche. Te queria enseñar a ver mas alla de lo que digan ver los demas. Te queria mostrar lo que escondia para mi. Te queria compartir un alfajor de fruta, esos que no comparto. Te queria escuchar gritando las verdades a la vida. Te queria dar eso que por tanto tiempo habias estado buscando. Te queria ocultar debajo de mis faldas para que no te lastimen. Te queria tapar la cara con la sabana, y destaparte y reirnos. Te queria demostrar como hace el calor para hacerse notar. Te queria regalar la parte mas humana de mi. Te queria hacer una pintura impresionista. Te queria convertir en una obra de arte. Te queria regalar la tarde mas perfecta, la noche mas intensa, y la mañana mas absurda. Te queria entre retratos de otras personas. Te queria reconocer en mis ojos. Te queria enfrente mio para reflejarme y conocerme. Te queria cada jueves en mi cama, cada lunes en tu almohada, cada miercoles en mi boca, cada sabado en mis brazos. Te queria los demas dias por puro espasmo de costumbre. Te queria cerca de la tierra. Te queria saber real. Te queria en mi mente desde el principio del dia, y hasta el final de la noche. Te queria inivtar a tomar el te y que sea eterno. Te queria dejar un saquito preparado para cuando me vaya. Te queria preparar galletitas para engañarte el hambre y mujersuelas para engañarte el alma. Te queria lejos, pero cerca. Te queria.

Los lugares que me hacen bien











23.11.10

23/11/2010

Mas sabe el dolor de nosotros que nosotros mismos. El dolor es la huella de la vida en las personas, y se dice, que contando las heridas se arma el camino, que son mas reales los llantos que las risas, que son mas confiables. Mas sabe el dolor del amor que el amor mismo, el amor se puede medir en la cantidad de dolor que provoca. El amor nos deja huellas, pero pasa el tiempo y las huellas se borran como lo escrito en la arena donde la marea arrasa con todo. Las marcas de tristeza quedan, persisten, aumentan, lastiman, crecen, son poderosas, nos manejan. ¿Que se puede hacer?

20.11.10

Era como una tarde de otoño que se iba en cada hoja, en cada suspiro. Era asi, inesperado, inesperado, inesperado. Pero ahora es como una duda en el espacio, como un invierno nevado. Como lo que se espera que pase y no pasa nunca, y se estanca en la angustia de quien de ilusiones vive, de quien vive, de quien se queda, de quien espera. Y no ocurre, no pasa por mas pedido, por mas ruego, por mas fe, por mas religion, por mas llanto, por mas recuerdo. Era como un otoño que se corto con una nevada inesperada, inesperada, inesperada.

7.11.10

Fuera de contexto

Era un tiempo ingrato en aquella ciudad. Era aquel viejo marzo de intensidad, que todos odiamos recordar, y que no vamos a olvidar. Pero todavía no se sabia, apenas se olía. Eran momentos que pendían de un hilo, pero allí estaban ellos fuera de contexto. Víctimas de sus pasiones, sin pensar en nada fuera de sus cuerpos se reunieron, quien sabe como, en la Buenos Aires de los setenta. Año diferente , club de villanos armados, helicópteros en la madrugada, falcons verdes, menos gente, menos ideas, grandes fogatas secretas, listas lúgubre, éxodos masivos.
Los hogares ya no eran suyos, las calles los veían pasear, sentarse en una plaza de la capital, y en el banco pintado de parejas, ponerse a cantar sin discriminar entre lo que era bueno, y lo que estaba mal. En un zaguán se besaban, y cuando la sirena sonaba, a correr por la ciudad. La ciudad real, la city era otra, a la que no acudían por miedo a no encajar.
En las noches las madres lloraban, y de día salían a caminar juntas, solas, de a pares, con ese curioso andar. No eran felices las caras, no eran sonrisas al pasar, apenas mirando el piso con miedo de los pies que las puedan chocar.
Ellos, fuera de tristezas estaban y se amaban en su situación irreal, en su presente inmortal, en su presente final.
Pero no era un tiempo para amores , no era un tiempo para gritar, no había que resaltar, y el amor, inevitablemente, te vuelve especial.
Una noche todo acabo: él se fue en un facón y no volvió. Su madre camino la plaza pero no lo encontró. Ella volvía cada tanto al parque en donde solían cantar, hasta que un día no volvió mas.
Hay quienes dicen que se volvieron a encontrar, y que de la mano sus cuerpos cayeron, y aun están juntos en algún lugar, perdurando en su infinita atemporalidad. Paralelos a la historia, fuera de contexto, entre paréntesis para siempre.