23.12.12

Junio en diciembre

Esta triste la noche ¿que le pasara? Tiene las nubes opacas, las estrellas vacías ¿Sera que le afecta mi soledad?. Supe que lloro mientras dormía y que dejo de hablarle a los amantes. ¿ Conoció lo que duele el desamor de la luna que se fugó de su lado? Esta angustiada y llueve y yo la acompaño con mis humildes gotas, pero no basta ni para ella, ni para mi. La luna y mi hombre se parecen: se esconden, huyen, vuelven como si nada pasara, brillan por unos instantes, y en las mañanas ya no están. Pero no estés mal noche amiga que cada estrella vale por la ausencia, y, aunque las nubes las tapen, detrás siempre están  ¿Crees que la luna que en mi vida alumbra vuelva como la tuya? Sin importar las letras que derrame queriendo ayudar, esta triste la noche, y me pregunto: ¿Cuando acabara? 

15.12.12

# 6

 Camila estaba sentada en su cama pensando. Tenia los ojos ausentes, llorosos, colorados, frágiles, acompañados por una mirada solitaria, fijada en un punto lejano, perdida, como absorta en un mas allá. Se estaba auto mirando, descubriéndose a si misma, y se veía en Junio en la calurosa noche de febrero en la que lo conoció tocando en un viejo bar de la ruta; se observaba en las hojas amarrilentas y crujientes de los arboles del abril que los conoció verdaderos, en el mismo color sepia de las cartas que se había cansado de escribir en las que había marcado las primeras letras que merecía su Junio; se reflejaba en las traslucidas y frías gotas de lluvia que chocaban en los vidrios de su ventana en invierno, en el momento antes de estallar en risas cuando unas manos cálidas la tomaban y la abrazaban estrujándole el cuerpo con fuerza, como con miedo a un improbable escape; y se miraba en mucho mas, en la repetición de una cara que no le era propia, que era la misma pero con años de diferencia, que era sorpresa mezclada con reencuentros, que era emoción con algo mas de amor.
Sentada sobre aquel colchón, Camila, sentía los murmullos de esas paredes que guardaban la voz de Junio (el junio tiempo y el Junio hombre), las promesas de futuro susurradas entre abrazos y lágrimas, como las que ahora mismo recorrían sus mejillas. Entre sus ojos y el mundo había un velo donde se proyectaban sus pasados haciendo que llueva en el presente. Se proyectaba la película del día del primer beso, cuando un festejo absurdo devino en abrazo que resvalo en beso y luego sorpresa; el film de algunas tardes frías que pasaban sentados en algún banco de la plaza del centro, o en alguna vereda cercana al San Juan Bautista, en donde se escondían y besaban, charlaban de pavadas, reían como amigos y planeaban complots contra el tiempo, puras utopías, fracasos alegremente anunciados.
Camila recordaba, además, las ultimas palabras antes del abismo "Lo siento querida fue todo culpa mía", y la aparejada sensacion tan honda de no saber convivir con la felicidad.
Tan fijo miraba que se le cansaron los ojos, se recosto y durmió. En el sueño corría entre septiembres y octubres luminosos, escuchando canciones largamente conocidas, escapando de amarguras enraizadas entre sus labios. Soñó con hombres que desaparecían. Soñó que sentía un dejavu, que se ponía a llorar, y mientras, la almohada en que su cabeza apoyaba, se humedecía tristemente.
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14.12.12

 
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9.12.12

Carta compleja para alguna de tus identidades de parte de todas mis humanidades.


Junio:
             Ante tus ojos tienes a la mujer innombrable que te enseño lo que era ser amado. Una mujer que pasó de ser solo una –M suelta en un papel, para convertirse en poema con todas las letras. Junio, ante ti se descorren todos los tules que te separaban del delirio vulgar incoherente peligroso y fatal que solo puede encerrarse en la palabra Camila, lo que para ti es un sinónimo de amor.  Esta mujer que soy yo, te escribe mientras recuerda al unicornio azul que se le perdió, aquel que la abandono para dejarle espacio a tu presencia que se avecinaba como poderosa. Ante tu rostro me sonrío, se sonríe Camila, y me sonrío yo, la real; y es solo para vos, Junio.   
Ante tus ojos hay un metro sesenta y cuatro de pura locura pecosa que se desvive por aprender a quererte bien.  Y hay un poco mas, hay atardeceres en la plaza, días lluviosos en mi cama, besos en los lunares, tardes en tu auto, besos esparcidos por bocas ajenas,  labios nerviosos temblorosos que esperan ser para ti tentación, respuesta, compañía; ojos llorosos colorados brillosos (brillo sos), que pretenden llevarte a pasear por sentimientos, recuerdos, verdades.
Ante ti, parada, erguida, digna, esta parada la mujer que dejo de ser niña con tu despedida, que aprendió a cuidarte a la distancia, que se convirtió en poetiza  por la fuerza, por la necesidad de no olvidarte. Junio, estoy parada ante ti para mirarte a los ojos cuando te diga que estoy orgullosa de ser lo que soy y de amarte como lo hago desde el día en que te vi, cuando todavía no era Camila, ni vos Junio; eso vino después.
Comprendo que te asuste pero debes de saber que ante ti tienes parada a una mujer inconmensurable que solo se mide en tus ojos,  que solo se recuesta en tu pecho, que solo duerme en tu compañía, que esta segura de quien es y de quien eres, y que te vuelve a elegir cada día.

Camila.

4.12.12

Lo siento querido, fue todo culpa mia

 
Por momentos siento que puedo arreglarlo todo, pero luego viene tu silencio que es tan eterno como irremediable; tu silencio que es ausencia que me abraza y me destroza.  Camino los días con la esperanza de encontrar la curvatura, la puerta, el error, el agujero que me devuelva lo perdido, que me traiga el pasado nuevamente, que me rencuentre.  Y al final del día lo único que queda es el vacío, el cansancio de la búsqueda frustrantemente inútil.  Entonces solo queda tirarme a dormir anhelando no encontrarte allí, o volver eternos los sueños, volver realidad las noches, y pesadillas los días. Pero se acerca la mañana cruelmente rápido, y los ojos no aguantan la falsedad de estar cerrados, vuelven a abrirse y comienza la caminata incesante.

 Lamento no haber estado a la altura de toda tu esencia de feliz circo infantil, no haber comprendido los silencios y las miradas, de haber confundido los sonidos de los demás con las verdades.  Pero por momentos siento que puedo retroceder el tiempo,  y es cuando me ataca tu silencio que es tan real como inverosímil; tu silencio que es verdad con presencia de “hubieras”.  Entonces corro el laberinto del tiempo en busca de la salida, pero son callejones tan largos que intuyo el círculo que me atrapa en tus cabellos. Y  al comienzo del día sé que estoy mal, que no hay mas allá, sin embargo esta incertidumbre es lo que me mantiene en pie, y tal vez tu sentencia sea el final, por eso la retraso y me distraigo entre enredaderas de colores mientras vos abrís y cerras caminos, entras y salís de mi, armas y desarmas el castillo de naipes en el que me gusta imaginarnos. Y al final de la escapada siento que puedo cambiar los capítulos de esta historia, entonces me llama tu voz  que me despierta con palabras tontas;  tu presencia que es ausencia y fe de regresos, que es tan feliz como peligrosa, pero que me recuerda mi nombre y, aunque sé que cada persona cambia, vuelvo a sentir el olor a jazmín y tus primeras canciones en mis oídos que son plegarias y rezos, que a mi boca le hace falta murmurar de vez en vez para saborearlas.
Puede parecer estúpido pero este sube y baja con el que juego a vivir es mi remedio para tu partida, el antibiótico para nuevas heridas, pero solo funciona con mis desvelos. Ay, si pudiera controlar a mis ensueños! Si pudieran recetarme las pastillas que reclama Joaquín, las que me impidan soñarte… A veces creo que es mas fácil volver el tiempo atrás con una maquina que poder hablarte, entonces escribo con la intención de que un día, quizá muy lejano, seas vos quien lea, quien piense, quien haga, quien diga, quien necesite de mi para seguir.  Este es el secreto de mi talento, tan solo un plan maestro por el cual leas, te reconozcas entre los puntos y los acentos, desvistas con tus manos este libro y mientras se caigan las páginas, también se caigan mis prendas ante tus ojos, como se han caído las estrellas en tu sonrisa la vez que te conocí. Y, siempre voy a ser la simple niña petiza de cabellos ondulados, piel blanca y pecas que un día te dijo que te amaba, te beso con todo el amor que existía en el mundo y se abandonó a tus pestañas con todos sus secretos y deseos.  Para siempre, y pase lo que pase, no habrá amor mas grande que el que pueda darte esta sencilla persona que te escribe y describe a lo lejos.


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25.11.12




:- ¿Quieres cortar?
:- No, cortar es mucho decir. Yo prefiero los amores no correspondidos con finales abiertos.




Las mujeres del dia de lluvia.

Creo que al recordar el sonido gracioso de las letras de aquel nombre, Camila volvía a reír, a pesar de las lluvias. Recuerdo la manera en que cada conversación llegaba a esas cuatro estúpidas letras que para mi no eran nada pero a ella le significaban la vida; y la forma en que  se empeñaba en buscar formas de hablar de el pero sin nombrarlo, solo planteando temas en los que nos era inevitable no pensar en el, e insinuando su nombre y aproximandose timidamente hasta que se hacia tan insoportable su censura, su continuo juego de acercamientos sigilosos, que me daba por nombrarlo yo, y ahí mismo me miraba con triunfo por un instante, para luego adoptar su clásica cara de reproche, y su frase de cabecera: "No lo nombres".
Nunca supe exactamente hasta que punto Camila lograba existir sin pensar en sus cabellos, o sin describir rimando sus besos, pero el caso era que, a pesar de las lluvias, ella volvía a reír, lo hacia de nuevo, cuando alguna boca unía el sonido de esas cuatro letras y formaba su nombre. Se alegraba desde la punta de sus risos hasta lo ancho de su sonrisa y,  a mi, siempre me pareció  ver algo mas, un brillo especial en sus ojos color café cuando todo esto sucedía. Llegue a pensar incluso que su alegría era chicha, era fría, que ya no tenia la calidez del sol en sus labios, que todo se debía a una ironía la cual activaba sus sentidos, que se reía para tapar la lluvia que era imparable.
Ahora sé que su risa era el efecto único de aquella palabra, aquel sustantivo propio, con sus cuatro letras, sus dos silabas, sus dos vocales y sus dos falsas consonantes; era su reacción frente a la prueba mas grande de la realidad de aquel hombre:  escuchar ese sonido en la voz de alguien mas la convencía de que ese alguien también lo conocía, de que no existía solo en su cabeza, de que no había sido solo un bello cuento escrito por ella misma.
Mi voz, por ejemplo, nombrandolo le confería identidad fuera de Camila, lo hacia una verdad tan concreta como, para ella, maravillosa y fatal.
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21.11.12

Me extingo en mi desarraigo. Me desvive tu presencia y mi fuerza. Me deshago en tus brazos. Me desahogo  llorando las alas caídas, las plumas perdidas, los vuelos vividos... 
Se descorre aquel velo que guardaba mis cuentos, las trizas que restan y algunos desvelos. 
Es el fin del gran truco, y por fin el desenlace, los pasos culmines de la larga travesía .. 
Me duermo, me muero, me entierro a los pies de aquel gran tilo que adorna el barrio que me vio nacer. 

17.11.12

"El silencio no es protesta, es complicidad; es negarse al compromiso"
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12.11.12

Si supieran que simplemente tu nombre ya es poesía...

5.11.12

Camila #1

Camila, después de conversar largamente con el cura tarotista del San Juan Bautista, había logrado perdonar: a los niños que de ella se burlaba, a las lluvias que habían desarmado sus defensas, al calor por no hacerse piel en ella, a cada abril por hacerla caer en cuentos, a veinte primaveras, a todas las gotas que empañaron su mirada, a su madre por no admitir sus debilidades, y a su padre por culparla de las ausencias. Hizo las pases con todas las sonrisas masculinas que le mintieron, con los jazmines por dejar de crecer en el parque de los abuelos, con la muerte por arrebatarse partes de ella, con las revoluciones que no llegaron a buen puerto, con los enemigos que rara vez pierden en el intento, y con sus ojos que le mostraron (y aun siguen haciéndolo) las formas mas perfectas de amar.
Pero, por sobre esas cosas, se disculpo y lo hizo de esta manera: escribiendo sus lágrimas y sonrisas, arrancándole las letras al cuaderno, y obsequiandole el poema al viento. El cuento se perdió en las corrientes, las letras se borraron por la fuerza de las tormentas, y sus redenciones la aliviaron (aunque mas no fuera por un instante).
Camila se disculpo con Julio, con Junio, y con septiembre, y por un instante no hubo mes mas cruel.

2.11.12

Palimpsesto

Manuscrito en el que, tras el contenido actual, se conservan huellas de otro previamente existente.Por extensión y figurativamente, mensaje en el que coexisten varios niveles de significado. Sirve para pensar como las obras de arte perviven en otras. 
A Camila le servia para teorizar sobre sus sentimientos hacia Junio que permanecían en sus canciones.


29.10.12

# 5

El que extingue  los infiernos de mi mente y aviva las llamas de este cuerpo mio. Quien no alcanza con el tiempo al visitarme, y rebalsa de momentos a pesar de ello. El que regresa a casa después de ciclos solares completos, con la misma expresión en el rostro surcado de pasados. Quien de solo alzar su voz provoca movimientos en mi vida funesta hasta allí. El que por solo ausentarse se impregno en los muros del subconsciente mio (y en los sueños). Quien por solo desaparecer fue canción, fue dolor, fue poema y flor. El que al despedirse se quedo, se mantuvo estancado en la juventud de mis memorias. Quien por solo insinuarse en la oscuridad, se transformo en presente, en proyecto, en esperanza, en realidad. El que soporta el calor de la luz en sus manos repletas de historias. Quien al volver creció y cambio, pero sigue reconociendo el camino -largo y sinuoso- a mi puerta. El que tan solo por estar en mi ojos se refleja maravilloso. Quien mueve sus brazos y estremece mi espalda. El que al recordar me revive, me hace especial, me transforma en mujer, en ave, en amor.
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27.10.12

# 4

Sus besos le mostraron una nueva forma del arte, llevándola hacia caminos surcados de bellas formas, cercanos a cielos. Cada gota de su saliva en la boca de ella se deshacía como las horas ausentes marcadas por los relojes de aquella playa escondida en España. Su compañía se convertía en adicción y se volvía surrealista, se volvía dadaista, se volvía canción, deseo, y navegantes de las calles.  Cada recuerdo se conservaba en su cabeza como una fotografía luminosa, mas que eso, un cuadro impresionista, un despertar, un desenfreno de colores salpicados. Se volvía Degas que pintaba sin ver, pero lo veía. Sublime, eso eran las tardes en sus brazos, que se paseaban por su espalda y la herizaban. Le provocaba terror, y emoción, solo la magnitud de su resistencia al vació  se asemejaba al poder de los besos esparcidos por su cuello. El le enseñaba la inconmensurabilidad que la atrapaba, y lo tierno de sus lunares que la enceguesian, y en ella se excitaba la fuerza para considerar pequeño aquello que la preocupaba. Estaba sobre y dentro de ella, como un cielo estrellado en el campo.
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26.10.12

# 3

Verle aparecer caminando por la plaza con ese paso desgarbado y torpe, arreglándose la ropa, mirando el piso, subiendo la mirada solo de vez en cuando, era para Lucia uno de sus momentos favoritos del día  Resultaba que se sentaba en el pasto simulando conversar alegremente con amigas, y su única intención era encontrarlo bajándose del colectivo, caminando lentamente por el sendero de arboles, para luego hacerse la tonta y simular sorpresa cuando un beso cotidiano (pero no por eso menos maravilloso) le erizara la piel. Sus amigas conocían el mecanismo, era sentarse, ponerse  ellas de espaldas al sendero para que Lucia pudiera vislumbrar sus pasos a lo lejos y así  cambiar de lugar en el momento justo para hacer de ese encuentro una virtual sorpresa. Ese instante se prolongaba en cada rincón de la plaza, detrás de cada arbusto, a la sombra de cada árbol  y eran segundos robados que justificaban cualquier esfuerzo. Oírle reír por su causa: su voz chillona, sus tonterías  sus conversaciones incoherentes, sus atropellos de palabras, sus tropezones, se convertía en un vicio para aquella muchacha que había perdido el miedo al tiempo, y le ganaba al olvido viviendo en el mundo del eterno retorno, de las fluctuaciones y de sus ojos, que de solo mirar, la rescataban. 

17.10.12

# 2

Solo un ápice de su vida no estaba rendido a los pies del hombre. Tan siquiera sus pies le eran propios, lo demás pertenecía a su dueño, al hombre, aquel que dio  un vuelco en el modo de ver lo que la rodeaba. Aquel que iluminaba el lado oscuro de las lunas, quien al mirarla la asesinaba y al que le debía sus mas variadas formas de arte. El hombre que sabia mas de amor que el poeta. Tanto mas, el hombre que  reducía los mundos al pestañeo de sus párpados, que minimizaba la totalidad de los entes en comparacion con aquellos dos ojos tan brillosos que reflejaban la vida: desde un jazmín hasta un Dali.
Se persignaba, aun sin creer en los santos, por las dudas de que con las vueltas del destino resultara que Dios no estaba solo en sus lunares, por si acaso existiera mas que el demonio de su ausencia.
Quizás sus pies fueran libres de aquella sombra, pero sus manos, sus labios, sus estremecimientos generalizados, sus nervios, sus amores, sus pasiones, sus cabellos, sus historias, sus momentos, sus recuerdos, sus abrazos, sus canciones... todos ellos se rendían reconociendo en el al hombre.
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La garganta me arde,
 se queman mis adentros, 
tan solo me calma tu nombre 
que todo lo puede, 
todo lo suaviza...

12.10.12

#

Aparecía los días de números primos iluminando el pequeño cuarto de hotel en el que vivía haciendo las veces de hogar; llegaba como un vendaval corriendo cortinas, abriendo cajones, sacando papeles de la mesa cual dueña y señora de la morada. Abría la puerta como si  la llave fuera suya, como si no la hubiera robado del cajón de mi cómoda la primera vez que vino, como si a mi me molestara. El hecho es que  llegaba y cocinaba, y jugaba la ficción de la familia: barría  ordenaba, abría ventanas, y, de pronto, el pequeño cuarto de aquel hotel gris se transformaba en un refugio. Prendía velas en las noches, apagaba los pocos veladores que quedaban con lamparitas sanas, llenaba la casa de inciensos  y, entonces el lugar no era ya un refugio sino un templo. Lo hacia así porque a ella le gustaba hacer el amor en un templo, escuchando alguna canción de jazz que le resultara conocida y pudiera tararearla aunque sea; y yo me dejaba llevar por esa tormenta de calor con rulos que era ella, y que cada tanto me organizaba el cuarto a  cambio de desbaratarme la vida.
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9.10.12






Lo supe cuando te conocí, no iba a dejarte correr.
Lo supe cuando te abracé, no iba a dejarte ir.
Y, somos simples fugitivos.

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De mi pasión a la tuya por mis letras.

Ya por solo ser papel ya vibras, ya tenes ese andar zumbeante que solo entienden estos amantes ocasionales de una mañana en que el sol pudo salir o no, en la que las pupilas todavía ardan  con los humeantes vapores de la cronología de sucesos, de momentos a los que no poner un punto no va a  contrariar, de explicaciones que "si no dadas, mejor entendidas"; de lujurias infinitas entre el lápiz-lapicera y yo, quien les habla - y quien sabe que otro!- y el papel, y las letras que, zigzagueantes o no, quedaron prendidas a ese instante decisivo para convertirse en poesía.
Ya, por el solo hecho de ser papel ya estas ahí  ya danzas con todo lo mejor aprendido y lo no olvidado. Revoloteando las danzantes bailarinas mientras detrás hay un poco mas de todo, de todo aquello, de todo aquello que con un poco menos de distracción pudo haber brotado de lo que soy para apuntalarlo en vos que ya, ya, ya por el único hecho de existir sos eternamente maravilloso.

8.10.12

ay de tu calidez

Ay de mis estaciones, de mis meses, de tus tiempos -que fueron eternos- de tus horas. Ay de vos y tus años. Ay de mi que te busco entre personas, letras y mundos. Ay de quienes no quieren vernos. Ay de ellos que persiguen a distancia nuestros besos arremetiendo contra los deseos, en contra de sentimientos, flores, hojas, y melodías. Ay de los amigos que nos acompañan, que alientan, que nos protegen; ay de ellos que nos miran con timidez, con compasión, como a dos niños que apenas saben caminar. Ay de los otoños, los abriles, los crueles, los septiembres, los octubres, y los festejos. Ay de tu aspereza, mi suavidad, tus silencios, mis sonidos, tus pestañas, mis ojos, tu boca, mi delirio. Ay de mis fobias tan ridículas que te provocan risas. Ay de tus misterios tan intrigantes que se esconden en los lunares de mi cuerpo, pero también en los laberintos de tu barba. Ay de los complejos con mi cuerpo y tu encantadora costumbre de responder a ello con un beso. Ay de los espacios que nos separan, que nos motivan, que nos invitan a arrimarnos. Ay de las contrariedades de las que sos presa por momentos, y a las cuales les declaro la guerra, prestándote mis ojos para que te veas con ellos. Ay de la canción que todavía no tenemos, de la que se nos escapo y de la que todavía no conocemos. Ay de tu nombre que combina tan bien con mis "te quiero", que el poner "Y, te quiero, L" suena a poesía suena a soneto, suena a oración. Ay corazón  ay del dolor al que no olvido, con el que te convocaba en mi mente, el que me acompaño por senderos vacíos de vida, cubiertos de olvido. Ay de todo aquello que soy que se redime en tus brazos; de todo aquello a lo que pertenezco que se resume en tu ojos. Ay de las lluvias que hoy ya no asustan.

7.10.12

Prometo besar cada lunar que hace lugar en tu cuerpo, perder la cuenta y comenzar de nuevo.

28.9.12

Con ese olorcito a juventud, y ese gustito a vida no te puedo decir que no...

27.9.12

-

Se escuchaban aun las risotadas de aquel colchón que nos deja siempre dolor de espaldas, y, sin embargo, nos gusta hacerlo allí; nos gusta acurrucarnos en sus huequitos  y escuchar el eco de nuestros cuerpos, y de otros recuerdos, de otros amantes que eramos en el pasado. Nos gusta el colchón aunque nos duela la espalda porque es nuestro, porque nadie lo profano, todavía guarda el aroma a adolescentes descubriendo el amor, a jazmines creciendo de a poco, a lunares que extrañan besos...Se escuchaban sus risotadas, sus burlas, su pasivo enfrentamiento con nosotros que lo molestamos y le hacemos cosquillas; el se venga deformándose hasta incomodarnos, entonces caemos al piso, rodamos y nos reímos del brillo en los ojos nuestros, de las formas del colchón, del enredo de las sabanas, y, sobre todo, de nosotros que tardamos años en volver a abrazarnos. 

25.9.12

 
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18.9.12

Lo siento si me repito.

 Tu boca me roza y me convoca, me figuro presa en tus ojos que me miran, me queman, me besan. Con vos puedo ser la que yo quiera: soy Maga y muchacha, Lucia, Ana y Laura. Tu voz que menciona una de mis identidades, me elige nombre, me concede tiempo, me asigna espacios. No quiero que la noche acabe, no quiero que el alba nos vuelva a distanciar, no quiero ser presa de un momento. Pero el día se apresura, el sol no se hace esperar, las tizas se deshacen, y mis pies tan pequeños se alejan. Es tan inefable el amanecer que busco palabras pero no están, que lloro por las letras que me robaste, y mi llanto se hace mueca y se hace sonrisa, y se hace vos, que donde quiera que estés llevas mi esencia. Vos, que te escapaste con un rayo de luna entre los rulos, que me esperas en el arcón de los recuerdos vestido de niño, que, cosquillas mediante, te reis y me contagias, y yo siento que todo vuelve a empezar.
Tu boca me roza y me convoca, me figuro presa en tus ojos que me miran, me queman, me besan, y se cierran. De vos me queda la mañana, que se burla de mis caras de idiota enamorada. De vos me queda el compas de tus latidos tan cercanos que me llaman. De vos me queda el aroma a otoño, la textura de tus manos ásperas que me toman y se suavizan en mi piel, el gusto a boca amada entre los labios que se irritan de esperarte, el sonido de tu voz que me paraliza, y la imagen de un pocito de tu pera en donde me escondo. Puede que hablar sobre, puede que incluso los besos estén de más, puede que solo importe la mirada que me reconoce. Los ojos que brillosos se reflejan y en los míos se buscan, manejan el instante, ellos lo dicen todo. Pero… Tu boca me roza y me convoca, te figuro plegaria de alguna religión mundana, instancia imposible. Tu carácter sublime me aterroriza y me fascina, estas sobre mí y dentro de mí como un cielo nocturno, como el que nos miraba rozar.

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16.9.12



Todo lo que vividamente imaginemos, ardientemente deseemos, sinceramente creamos, y con entusiasmo emprendamos, inevitablemente sucederá.
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9.9.12

L.

5.9.12

Tu que puedes, vuelvete


No tenia la culpa de que Camila fuera tan amiga de las lunas, de que acompañara las noches largas de invierno con cigarros y chocolates.  No estaba acostumbrado a mirar las cosas con los ojos entrecerrados,  ni a esconder lo que se quería mostrar. Junio era así, era simple, corto, pasajero, efímero. Era frio en las ventanas, pero cálido entre las sabanas.  No veía porque ella estaba tan convencida de que debajo de las baldosas estaba la playa. Mientras Camila lo buscaba detrás de cada árbol con la desesperación del silencio, él la esperaba desencantado en la esquina de siempre. Tampoco ella tenia la culpa del constante desaliento del que él era preso. Junio era del sur, y Camila estaba más allá de eso.  No acusaban recibo del paso del tiempo, del fluir, del devenir, por eso sobraban las ausencias y faltaban las palabras. Ella dibujaba  plegarias mientras el componía tonadas. Sus canciones eran mediocres, consientes que la vida ya era lo suficientemente compleja como para enredarla más.
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31.8.12

La que no quiere morir de aburrimiento



Camila, y su infinito afán por sentirse Lucia. Camila, y su obstinada manera de parecer. Camila, Camila, Camila. Camila, quien no deja que la llamen así, que prefiere que le digan Lucia, que elige otro nombre, que se habla a si misma  y se enoja. Camila, la misma que camina por las plazas buscando bancos en los que desplomarse, arboles detrás de los cuales esconderse, brisas que la muevan, luces para acurrucarse, hojas que no se caigan, y personas que no se vayan. Camila, la misma que surcaba la mar cayendo en playas con relojes desechos por el paso del tiempo, derretidos por la crueldad del sol. La misma que se levantaba y caminaba hasta mundos donde no llueven gotas sino paraguas, donde ciudades destrozadas se convierten en pinturas planas. La que jugaba con Cronopios, Aurelianos, y Lauras, y se peleaba con las paginas, y se enredaba entre palabras. Camila, la que no sabe rimar, la que no sabe leer, la que no sabe escribir, la que no sabe vivir. La que espera encontrar esperanzas debajo de las baldosas. Camila, aquella que descubrió que estaban comprando su felicidad, y decidió robarla y salir corriendo. 

24.8.12

Quien tu sabes

Cada palabra que brota de tu boca abre infiernos, tiene el poder abrumador de un volcán en erupción que todo lo toca, todo lo destruye, todo lo cambia. Esa boca ademas posee el poder de estallar el firmamento y desarmarlo en fragmentos cuando se posa sobre la mía que apenas puede modular unas  cuantas oraciones tontas que solo te nombran. Esa boca se mueve y me roza, me tiemblan las manos, siento la adrenalina de la aventura. Tu voz, cavernosa y húmeda, tan cercana, condena y absuelve a la vez, persiste resonando  en mis oídos con igual fuerza e impide el paso del tiempo, me prolonga en el instante, me hace eterna, me hace Penelope que aguarda y teje, y desteje por el miedo a perderte. Tus palabras son los mares a los que me someto en la espera, deseando no te sean bravos, anhelando te devuelvan a mi cama tibia que te ansia pronto. Cada palabra que brota de tu boca crea abismos, posee la crueldad salvaje de algún dios antiguo que escarmienta todo error con saña y rencor. Esos ojos, que al mirarme me iluminan, sostienen todas las ilusiones pendientes oscilantes entre las pestañas -tan curvas, tan largas, tan sinuosas como caminos. Aquella misma mirada diáfana me acaricia, me mide, me enfrenta, provoca lloviznas en los ojos míos. Todo lo que tu cuerpo toca se transforma en reliquia, cada gesto de tu boca provoca adicción, tu sonrisa se hace estampita de mi santuario profano, íntegramente capitulo ante tus caricias, y  me entrego completa frente a tus palabras que abren infiernos.

18.7.12

Un julio.

No me leas que no quiero tener que mentir, ni decir lo que no es para no lastimarte. No me leas que se me acaban las palabras si se que las recibís, se me desbordan en dos renglones y no me queda nada que dedicarte. No me leas que voy a cambiar mi forma de escribir, voy a silenciarme y hablar de pavadas. No me leas que re-acomodar las letras es como censurar los recuerdos, y no hay que ser impune al derecho de las palabras. No me leas si crees que puede doler, si intuyes que mis pesares son reflejos de los tuyos. No me leas si no pensas volver, si planeas alejarte de mi opaca sombra . No me leas cuando estés con ella que no las va a entender, que se va a reír de lo que en mi es sufrir. No me leas para saber de mi cuando no te animas a venir. No me leas por cobardía, y no me leas por valentía. No me leas creyendo que cada letra te describe, que cada coma te pertenece, que cada acento te pinta de cuerpo presente en mi mente. No me leas cuando mi lápiz, papel, y sentimientos ya no se te someten.

12.7.12

Se soñaba

Se soñaba pequeña. Creía en los mismos cuentos que creaba, donde caballos blancos, donde mariposas, donde jazmines, donde soles y tardes se cruzaban. Se veía chiquita. Jugaba a escribir que sus hazañas no eran las suyas, que lo que dejaba en el papel no eran retazos de la misma vida. Se soñaba pequeña. Mezclaba los recuerdos, los desordenaba sin darles importancia, no la azotaban los olvidos. Tenia una cajita tan chiquita como ella donde guardaba dos papelitos que se habían resbalado debajo de una puerta, una foto de dos amantes irreconocibles, un anillo ruleman, un llavero viejo y sucio, un par de acordes, varios rulos robados, e incontables entradas de cine que delataban su edad en el amarillo de sus papeles. Se juzgaba infantil. Atesoraba violetas, verdes y naranjas, Julios, abriles y eneros, lapices, flores y revoluciones. Buscaba, en vano, que todos ellos se fundieran en si mismos, formaron un todo, una nada, fueran un único dolor. Se soñaba pequeña. Actuaba sobre escenarios vacíos, con espectadores ausentes, butacas vacías, canciones pasadas de moda, vestidos raídos. Estaba sola y llenaba las tablas, las hacia llorar, las hacia reír, las hacia volar, y creer. Se soñaba pequeña entre sabanas desordenadas, pero abrazada a un recuerdo helado pero no solitario. Se soñaba pequeña, cantarina y brillante. Se dejo de soñar pequeña, se dejo de soñar, se dejo... Fue entonces cuando la atrapo el abril otoño, el abril hojas caídas, el abril desnudo, desde que la aferro se mantuvo estática. Y se soñaba grande, y se soñaba mujer, y se soñaba fría como el junio que la acompañaba. 

4.7.12

Helene Vary

Venia imaginándose como iban a darse las cosas, de que forma íbamos a saludarnos, cómo los rostros iban a confundirse y estrecharse en un beso por azar, la manera en que sus ojos atónitos iban a buscar los míos inquiriéndolos y cómo ellos iban a responderle con un brillo sin paragón que lo embriagara de tranquilidad, y entonces sus labios iban a pedirse de nuevo, iban a satisfacerse y volver a empezar, sus manos temblorosas iban a buscar sus cabellos. Había ensayado unas breves palabras de sorpresa, unas cuantas letras sueltas, tenía en la manga varias frases hechas, tenía escogido el momento para decir cada una, tenia hasta los tonos. Pensaba sonreír con naturalidad, despedirse como viejos amantes reencontrados que se saludan despreocupadamente sabiendo que se conocían hasta los huesos, y que este saludo no era el último, como no lo había sido anteriormente. Guardaba desde hacia mucho unas cuantas miradas con ojos vidriosos, gotas al caer, y alegría en el semblante, que estaban reservadas para Junio, para Ringo, para Cacho, para, para, para... Todo lo tenia en la mente, con la ilusión de realizarse. Deseaba persistir en el error de las segundas oportunidades, y escapase de la mentira de volver a empezar, y a pesar de todo sabia que pasara lo que pasara, nada iba a cambiar sus ayeres encumbrados.

25.6.12

Nunca hable de amor en un teléfono moderno. ¡Que mas da! si al teléfono no le interesan las palabras, y menos los amantes no casuales que ensucian el progreso con su incomprendido romanticismo vintage.
No quedan mas que te quieros escritos en paredes, y fotos sonzas que no dicen nada. Se escapan cientos de días, mientras se afianzas abriles, indudablemente el peor mes de los artistas. Y, (la letra a la que mas le debo y a la que mas temo), las palabras sobran, y los objetos incomodan. Ya no hacen falta frases hechas,  Camila no entiende mas que silencios. Camila se hace la que no entiende, se hace la boba, prefiere vivir bobamente que terminar seca como él, que no hace mas que escapar. Camila era tontamente tolerante, y él era sencillamente un cobarde.

8.6.12



31.5.12




Y es este tren
el que me ha traído hasta este lugar
tan lleno de nostalgias y calor
como aquel que siento
cuando estrecho mi cuerpo
en el más fraternal abrazo

27.5.12

H

"El primer medio que la Naturaleza pone a nuestra disposición para conseguir el alivio a un dolor que nos atenaza son las lagrimas: llorar es ya un consuelo. El alivio se acentúa a continuación durante una conversación con los amigos, y la necesidad de ser aliviado y consolador puede llevarnos hasta a componer poesía. Por eso, desde el instante en que un hombre que se encuentra sumido en el dolor y absorto por el esta en condiciones de exteriorizar ese dolor, se siente aliviado, y lo que mas le consuela aun es la posibilidad de expresar su dolor en palabras, en cantos, en sonidos, y en figuras (...) Es muy corriente el caso de artistas que, afectados por una desgracia, consiguen disminuir y debilitar la intensidad de su pesar exteriorizándolo en una obra de arte."




Hegel, "La concepción objetiva del arte" en Introducción a la estética.

25.5.12

Mas que pestañas, instantes.

Camila andaba por Belgrano. Estaba sentada en el ultimo asiento de un colectivo que había arrancado hacia un rato en Once, y que ahora andaba por Belgrano. Miraba por la ventana y descubría lo que hay por encima de la ciudad, y una feria que valía la pena visitar con... Las calles pasaban y su rostro todo lo observaba. Andaba así, distraída, mirando la ciudad, mirando la nada, cuando una pareja se beso. Inmediatamente recordó: otro beso, otros lugares, otros tiempos, otra ciudad, una plaza, quizás algo mas (siempre hay mas de lo que se ve en la superficie).  Un beso que era otro, y que representaba a muchos.
Se quedo perpleja. Se dio cuenta de que había vuelto con toda su potencia: la sensación de nervios en la panza que le producía contradicciones en su mente y la hacia preguntarse si quería o no -sabiendo que la respuesta siempre era positiva- esa que le hacia abandonar la seguridad de la permanencia para aventurarse en un devenir frenético que no tenia fin, que era como una revolución imparable que todos los días mataba  a sus lideres y engendraba nuevos; la incertidumbre de las vísperas, cuando se presiente que algo distinto va a pasar pero no se esta seguro de lo que viene y se teme la equivocación, la desilusión; la textura de sus labios (y mientras la Camila de ahora se tocaba lentamente los labios como al pasar) que tenían grietas, que tenían asperezas, que se abrían y exhalaban aire húmedo, aire tibio; el ruido del encuentro de esas dos bocas que andaban sin buscarse pero con la seguridad de que andaban para encontrarse; la frescura de las sonrisas que luego de separarse esas mismas bocas dibujaban al mirarse; la inmediata alegría y las risas que aveces soltaban sin poder contener; el sabor incomparable con el que se quedaba (y sin darse cuenta Camila estaba saboreando sus propios labios); el ardor;  la emoción que le erizaban los cabellos de los brazos; y la fuerza de esas manos en su rostro. Todo eso y mas, la certeza de estar atada irremediablemente a ese momento. Camila (la de hoy) cerro los ojos y se dejo ir. El echo de ser atacada por tal maravilla en un lugar tan común, tan insípido, lo sintió como un regalo de George. Abrió los ojos y... se había vuelto a ir, pero había dejado una huella mas profunda que la del pasado, y en esa huella estaba implícita la utopía de la materialización de aquel recuerdo en el presente.
Camila sintió tanto, tan variado, y tan real que creyó que había pasado largo rato con los ojos cerrados, entregada al disfrute, para averiguarlo miro por la ventana, y comprobó que se equivocaba: estaban parados en el mismo semáforo. Siguió pensando, y tratando de repetir la experiencia mientras pasaba por Quilmes, pero no había caso: los recuerdos son lo mas libre de la mente, y según su propia lógica (muchas veces en contra de todo lo demás). Sin embargo sonrió al percatarse de que aquel beso era todo para ella, era suyo, no había otro igual ni en su boca ni en la de el ni en ninguna otra que atraviese el mundo: era su pelo erizado, eran aquellas manos fuertes, sus bocas unidas, su beso. Y no habían otros labios bailarines, ni otros labios percusionistas.
Ese momento estaba sobre ella y dentro de ella, era sublime y era infinito. Fue un instante fugaz, pero emotivo, pleno, fresco, y compartido, pues Camila estaba segura de que el había sentido lo mismo, donde quiera que estuviera y sea lo que sea que hubiera estado haciendo ella estaba convencida de que había hecho un paréntesis y se había dejado alcanzar también por aquel instante. Y ese era otro beso, el ideal,  uno nuevo, crecido, maduro, con años de demora. En este encuentro esas bocas se miraron y se dijeron: Te extrañe tanto.



20.5.12

Qu’ils mangent de la brioche...

6.5.12

Los mate con flores

Hoy mate un par de fantasmas arrojandoles flores que estallaban por todas partes y hasta me lastimaron a mi. Los mate por la paz, porque aprendí que las guerras son por eso. Agarre un ramo de flores de colores,  divise, apunte, y ataque. Uno por uno fueron cayendo, mientras gritaban cosas con palabras que ya no significan nada. Salia pintura de sus pechos, uno a uno fueron pintando la calle, cada uno a su color. El violeta es el que me salpico, ¡Que payaso! Después me bañe y sentí el gusto del verde en mi boca, se ve que había una parte de él adentro mio, pero estaba agonizando. Solo el naranja se dejo matar sin resistencia, no se porque habrá sido, capaz que porque creía en la paz, o porque le gustaban las flores. 


1.5.12

(...)


Camila andaba buscando respuestas y le pregunto a Julio:
-¿Que somos?
- Somos tan solo el acuerdo entre nuestras múltiples personalidades
Y Camila se dio cuenta que no necesitaba seguir allí. No quedaban razones para preguntar, ni para intentar, eran tan solo, eran el acuerdo, eran múltiples personalidades, no eran.
Solo una duda le molestaba en la cabeza, ¿Porque no había llegado la tristeza?  La compañía mas segura y mas fiel, la que nunca faltaba no se presentaba. 
Se sentía insegura de su bienestar, lo sentía como una calma tonta. 
Camila lloraba del miedo a la vida.

25.4.12

Refugio

Quiero darte un beso que te llene de dudas, y al mismo tiempo quisiera que me des un beso que me llene de certezas.

23.4.12

Rapsodia de la mujer sin julio

Todavía, Camila todavía recordaba los acordes, y las tardes.
Mirarte era como bailar. No se como decirte que todavía no, todavía no te olvido, y mientras lo intento el día se me hace largo, y la soledad me ataca de vez en cuando y no sabré que hacer cuando salga de este circulo y me encuentre sin vos. Mientras pretendo que nada importa, mientras juego a ser la fuerte. Y cada día me sigue matando, y la ausencia no me deja en paz, y me caigo y me levanto. Asique te sigo mirando porque el mirarte me hace mal pero me mantiene. Perduro por puro dolor, perduro por pura esperanza. Mientras me hago a la idea de que no estas.  
Eras como la melodía  mejor, como la navidad misma. Eras como un don, como el talento, como algo que me hacia especial. Como un sueño, como una ilusión. Como las letras de la poesía que jamás escribí. Eras como los vinos añejos que cada día son más bellos. Eras como un recuerdo que se fortalecía en mi mente. Como la vida que se me fue robada, como las estrellas cuando son alcanzadas. Si pudiera elegir entre el mundo y tu canción me quedo con vos, y que el día sea eterno. 
Solo sombras, solo frio solo invierno, soledad cuando tu mirada se fue de mí, se despidió y me dejo solo la bufanda para seguir. Solo como una tormenta de verano, que llega sin avisar, te encierra con toda su potencia, y se va dejando atrás hojas caídas y ojos mojados. Un abandono y un ardor en la garganta. 
Hay cosas que no se aprecian mientras son cotidianas: había mañanas en las que no quería despertarme, había tardes en las que no quería escaparme, había noches en las que no quería atenderte. Había te quieros que me guarde para siempre, y te amos que deje en un bolsillo. Había rutinas que me aburrían, como contarte lo que hice hoy, como abrazarte, como mirarte y no llorar. Había canciones que no me lastimaban, había lugares que no me desgarraban, había palabras que no me provocaban miedo. Estabas vos. 
Tus espacios no están llenos aun. Donde encontrar quien pudiera remplazar tanto. Me asfixian los pensamientos y la certeza de que aunque quiera los pasados nunca vuelven, las horas siguen pasando, nadie se detiene, ni siquiera vos. Me canse de esperar que a la vuelta de un recuerdo aparezcas en la realidad. Me canse de soñar y despertar.
 Te extraño, te lloro. El día estuvo mal: hoy te soñé. Cada vez que pienso en vos quiero volver. Detesto no saber si te acordas de mi o no te importa nada de lo que me pasa. Termino los días cansada de extrañarte. 
 "Camila borro los recuerdos de aquella noche. Borro los silencios estúpidos, anulo las palabras inconvenientes, borro, borro y borro. Borro tu cara decepcionada, borro la imagen del contorno de tu espalda al irte sin mirar atrás. Borro borro.  Camila olvido todo esto, y hoy anda confundida por la ausencia, por el dolor en el pecho, por el nudo en la garganta por los ojos que gotean. Camila entendió que lo mejor que podía hacer con toda su melancolía, y con las nostalgias que la atacaban, era volcarlas en palabras, descargarse y pedir perdón. Escribió cuentos para pedir disculpas, cuentos para describir miradas, cuentos para valorar, cuentos para mejorar, cuentos para recordar y cuentos para olvidar. Escribió canciones para vos, canciones para mi, canciones para ella, canciones para su dolor, canciones para la alegría pasada, canciones para la frustración y para la resignación. Cuentos agridulces, cuentos mojados y cuentos secos. Cuentos de superación y canciones de dolor. Camila describió momentos, aclaro pensamientos, plasmo sentimientos. Escribió la vida y cuando se canso lloro."  

14.4.12

Julio y Camila

Camila lloraba, y en sus lágrimas se dejaban ver personas, reflejos robados al tiempo, también había colores, calles, una palabra, un clavo, y otro; Había una de la plaza, otra era una salida al cine, y un par muy especiales con caras en primer plano con ojos distintos, con expresiones iguales, muchachos tan lejanos, tan parecidos, tan infinitos.
Camila dejaba escapar todos sus dolores, porque eran mas fuertes que ella e insistían en salir, entonces cedía con la única condición de que nadie se entere, pero al final siempre sucedía y ella lo sabia. Las gotitas dolorosas, ni se preocupaban por ser vistas o no, solo se dejaban caer con desparpajo, total eran libres, y corrían a morir en la boca. Se confundían unas y otras y se subían todas encima formando recuerdos mezclados que los ojos no entendían. Camila lloraba un poco por eso y un poco por el mundo que era tan feo.
Mientras tanto la lluvia inundaba la ciudad y , aunque la tormenta azotaba con fuerza, nadie se daba cuenta que todo eso era ella, que de esa mujer nacía.
Camila lloraba y tampoco se percataba de que una de sus lagrimas iba caminando por la calle Libertad saltando charquitos. Se llamaba Julio e iba bailando entre los dichosos charquitos, esquivando paraguas y mirando de a ratos el cielo. Tenia una mirada extraña, una sutil alegría y unas botas de cuero marrones que lo hacían pararse en cada esquina por el desacomodo de las lengüetas. En una de esas paradas se obnubilo con una gota y de ella paso a otra y se quedo hipnotizado mirándolas pues se veía en ellas y el charco de la vereda lo hacia sentir como en casa. Tanto le interesaban que se sentó y, solitario como estaba, se dedico a pensar: un poco en la lluvia que tenia un gusto conocido -y que ojala que Camila no se este mojando-, en los charcos que ya no eran chiquitos -y en los que a Camila le gustaba chapalear-, en las lagrimas-gotas, y sobre todo en en él que hacia rato que andaba con ganas de que llueva.
Una desdibujada imagen le alteraba los pensamientos, era pequeña y estaba empapada de niebla. Camila trataba de distraerse mirando los dibujitos, pero ésta se aparecía de repente, sorpresivamente. Fue así hasta que ya no pudo ignorarla mas, y fue cuando la imagen dejo de sorprenderle: solo quedaba el misterio.  Aparecía intermitentemente y la tenia tan acostumbrada que ya calculaba sus apariciones con el reloj y cuando se tardaba mas de la cuenta se preocupaba. 

12.4.12

La suerte en tus manos


Eras como la melodía  mejor, como la navidad misma. Eras como un don, como el talento, como algo que me hacia especial. Como un sueño, como una ilusión. Como las letras de la poesía que jamas escribí. Eras como los vinos añejos que cada día son mas bellos. Eras como un recuerdo que se fortalecía en mi mente. Como la vida que me fue robada, como las estrellas cuando son alcanzadas. Si pudiera elegir entre el mundo y tu canción me quedo con vos, y que el día sea eterno.

2.4.12

¿Hilo? Dos, pero uno azul

El tiempo, mi Cronopio, el tiempo nos desgarra. Cronopios somos, desordenados, cálidos, mimosos, traviesos, infantiles casi. Pero vos sos mas Cronopio, te envidio, yo soy mestiza. Me dan miedo los olvidos, y pánico los recuerdos, no quiero pensar porque siempre aparece alguno. Por eso no me quedo callada, para que no se me vayan memorias, para tapar olvidos. Y así, mestiza,miedosa, impregnada de pasados, con déficit de proyectos, así es como te amo, con urgencia de presente. Por eso me apuro Cronopio, porque el tiempo me corre, y casi que me alcanza aveces. Yo quiero ser Peter Pan, cantando una mezcla de Algo y Aquí llega el sol, con una pizca de polvo de estrellas y un pensamiento alegre, para poder volar. Y vos, vos, vos queres Peter Pan y Wendy, queres futuro y presente. Entonces, soy un medio con pretensiones de entero, una pulga pretendiendo comprarse un perro. Soy un nadie y un fueguito de esos de Eduardo, de los que arden la vida con ganas, solo que en este momento me siento chispa mas que fuego.
Lo nuestro es la locura, coincido, sino no accederíamos a Julio, apenas llegaríamos a abril. No somos mas que eso, pura locura y cuerpo, y en ambas formas te elijo, pero no puedo mas que eso. Sera que aun tus ojos me pertenecen? Los mios solo no te miran cuando están cerrados. Espero que si porque aun loca y diferente, mestiza y chiquita como me siento, te amo, te elijo, te espero, te anhelo, te ruego y me desvelo, y te lloro un poco, mientras ordeno el desorden del tiempo, ese que nos molesta Cronopio, vos sabes.





Lista de reproducción acorde: High and dry-Drexler, Le pertenezco a tus ojos-Eterna, Mañanas-Shaila, Te verde-Cuentos, Zona de promesas y Tratame suavemente- Soda.

10.3.12



Camila lloro años, lloro otoños enteros,lloro cada estacion, lloro cada paso de su camino. Camila lloraba  por dolor, y para no ahogarse; Camila tenia la sensacion de que cuando parara de llorar moriria.

14.2.12

Etapa arcoiris




Y entonces, Camila, vio la lluvia  en su ventana,  por primera vez sin dolor. Al fin había podido controlar sus lágrimas escapistas. Sucedio asi: pasaron las primeras gotas tranquilas sin que Camila se diera cuenta, ocupada en sus quehaceres domésticos. La lluvia, cruel e incansable, no se rindió y subió las apuestas: trono, y soltó las gotas mas grandes, las cuales rompían ruidosamente en los objetos. Camila desprevenida fue alcanzada por unas cuentas de ellas, y miro al cielo con sorpresa. Y entonces se dio cuenta del agua que corría por su cuerpo, por los jazmines que florecían, por los escalones, por la ropa; que se estancaba y formaba alegres parques de diversiones para sapos y ranas que agradecidas croaban y cantaban alabando a los cielos.
Dicen que, de todas formas, cuando las gotas terminaron, una gota que parecía haber quedado estática en sus párpados, cayó y se disperso entre sus labios; dicen que fue la ultima. 

5.2.12

Atemporada


Otra lluvia mas que me aterroriza en la ventana ¿Será la antesala de alguna nueva memoria re-encontrada? Y van… ¿Cuántas van? Y, de todas ellas, ¿Cuáles serán las verdaderas, las objetivas?, y mas, ¿Cuáles serán las necesarias?  Me agota la lluvia, me pone de los pelos.  ¿Por qué es que todo lo que escribo tiene que ver conmigo?  Y ahora que me pongo a pensar, la lluvia acabo -y yo jamás aprendí a utilizar las comas- y los recuerdos se fueron por un rato –siempre me olvido de los acentos- , y es un poco como que las tardes de abril se volvieron a ir, pero me esperan, lo presiento, en mis sueños aparecen solapadas en sucesos nuevos, en historias fantasma. Pero, es que las tardes de abril  me acompañan día a día, quedaron impregnadas en algún lugar de mi yo. April is the cruelest month. Que se yo. ¿Cómo saber si es el más cruel? Tal vez Mayo, quizá agosto, probablemente septiembre… seguro septiembre, tiene ese orgullo, sufre y se descarga, si, será septiembre.
El cura tarotista del San Juan, siempre me decía que no podía ver mi futuro porque estaba demasiado impregnada de pasado ¡vaya!  Demasiado- impregnada- de- pasado.  Demasiado, en cantidad superior a la cantidad considerada universalmente como la positiva (cuatro recuerdos son suficientes, 7 son aceptables, 15? De ninguna manera, 1000…. Son demasiados). Impregnada, llena de algo hasta el punto de asimilarlo como parte de mi misma (rebalso, pero siempre se encuentra más lugar). Pasado, aquello que queda atrás (constantemente estamos construyendo pasados).
Y, todavía me queda una duda: ¿Cada gota será un recuerdo que el cielo intenta soltar porque le duele,  y se deshace en el llanto de alguien como yo en una noche como hoy, y se evapora de vuelta al cielo como mis pasados que siempre vuelven? Seguro que es así, y por eso explico estas lagrimas en mis mejillas, aquella lluvia en el techo, y esta sensación tan mía de que la lluvia no moja, duele.

2.2.12

Estos días interminablemente lluviosos son de pensar. A través de las ventanas se ve moverse a las nubes. Canciones de Jorge, Amar la trama mas que el desenlace. Canciones pasadas por agua, pensamientos mojados. Días de intermitencia: lluvia-sol-lluvia-sol. Pasto mojado, tierra húmeda, sapos disfrutando, tappers en el piso, goteras, noticias mojadas. Basta de lluvias de verano, basta de lluvias, basta de veranos.

24.1.12


Si por lluvia entendiéramos sus llantos, entonces acertaríamos en decir que cada vez que llovía en ella se trataba de un mejunje donde podían entrar distintas historias. Lloraba un poco por lo que sucedía en cada momento, y un poco siempre un poquito por su falta. Siempre cada llanto encerraba un doble dolor: el actual y el constante.  Sucedía que cada día moría un poco una pequeña parte de si misma, sin darse cuenta, y en los momentos en que otra herida la atacaba, esa ausencia se hacia demasiado evidente. Las ausencias siempre la asustaron, esa es la verdad, desde su perdida un poco ficticia, un poco real. Hay un dolor que jamas se dice y es el que hiere en serio.

13.1.12


Lluvia. Silencio. Lluvia. Calor. Lluvia. Recuerdos. Lluvia.  Tantas lluvias han  pasado por tu ventana  sin mí. Todas las lluvias son solitarias. Gotas, ¿Lluvia o dolor? Lagrimas. Lluvia. Preguntas. Lluvia. Olvidos. Lluvia. ¿Cuántas lluvias son las necesarias para limpiar? Todas las lluvias son muertes.  Let it down, ¿Cuerpo o amor? Lluvia. Dudas. Lluvia. ¿Respuestas? Lluvia. Todas las lluvias son acertijos. ¡Cuánto me extraña la palabra!  Lluvia. Reflexión. Lluvia. Silencio. Lluvia. Calor. Lluvia. Conclusión. Lluvia. Ruidos. Lluvia. Pasos. Lluvia. Puerta. Lluvia. Adiós.

11.1.12



Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;


creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

           Felix Lope de Vega y Carpio.

2.1.12


¡Cuantas personas viven dentro de la misma persona! A veces me resulta difícil reconocer a cada una. Son como los 80 mundos (infinitos mundos) de un tal Julio en un único día.