Todo lo que tenia era un lapiz, y un par de hojas levemente usadas, esparcidas por el piso; y pretendía cambiar el mundo.
No tenía plata, ni la necesitaba. No comía demasiado y no salía a fumar. Solo quería una Revolución.
No conocía de fronteras ni de muros. Estaba enterado de leyes, pero no de derechos. Conocía el pasado, buscaba un futuro. Sabía que una canción era más que un conjunto de palabras.
Miraba el cielo, auqnue no llegara a verlo. Había olvidado su rostro, pero no sus ideas.
Guardaba sus memorias celosamente. No disponía de tiempo, pero no estaba apurado.
Comprendía el sonido de un suspiro, aunque solo escuchaba gritos. Extrañaba la risa.
Y, a pesar de todo, era poderoso. Sabía que el pensamiento lo hacía libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario