16.1.10

Al son de Chopin

Habia un gran salon vacio, solo ocupado en un rincon por un piano, un enorme piano de cola con su correspondiente asiento. Solo dos personas se encontraban allí. Un hombre sentado junto al piano, con expresión ansiosa. Se encontraba a la espera de la otra persona. En la otra punta del salon, el rincon mas alejado, estaba parada una mujer. Lucia un vestido de fiesta largo, estaba maquillada y su pelo estaba prolijamente recojido en un rodete.
Se miraron en silencio durante unos momentos y luego, sin mediar palabra, èl comenzo a tocar. Ella tomo con cuidado su cabello y lo desato, se saco sus tacos y los acomodo a un costado. Una vez que sus pies rozaron el fresco piso del lugar, comenzo a danzar. Sus pasos y movimientos eran de una sutileza que armonizaba con la melodia, pero tanto la bailarina como el pianista transmitian libertad.
Ella tenia una personalidad avasallante y, el la observaba de a ratos absorto en sus pasos.
Ambos vivian como unico cada instante hasta que el toco las ultimas notas. Entonces s e despertaron del ensueño, y se escucho un aplauso cerrado. Fue la mejor, y la ultima actuacion de sus vidas. Todo sucedio al son de Claro de luna, al son de Chopin.

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