27.3.09

Soñaba cada noche sueños maravillosos, que siempre eran inconclusos, pero no por eso menos bellos. Y cada mañana esperaba que no se terminen, cada tarde esperaba que fueran verdades, cada noche volvia a empezar. Y algunas veces los veia tan reales en su mente que los creia. Los sentia en todas las fibras de su cuerpo. Los deseaba con todas las fuerzas de su ser.

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