3.3.11

Berlin

No te rindas aunque veas construir ante ti un muro, pues siempre cabe la posibilidad de derrumbarlo, recuerda lo que sucedió. No olvides al oriente y occidente de las ideas, conecta te con el presente, para construir un futuro de sobre vivientes del ayer. No olvides a decenas de millones, no olvides la vergüenza pues te hará no repetirlo. Equivoca te una vez para aprender, y otra mas para pedir disculpas, mas no lo vuelvas una costumbre. Memoriza cada humillacion para ser humilde pero jamas dejes de creer en la fuerza de tus brazos, en la rapidez de tus piernas, en el talento de tus manos, en tus pies incansables, en tu valor de antaño... Se el hombre que quieras o deja todo para lograrlo.
Recuerda las piedras y los ladrillos, el muro cayendo, la historia espectante, el mundo aplaudiendo...
Nunca te ampares en tus limitaciones pues no hay debilidad sin fortaleza. El miedo es nuestro acompañante pero no nuestra guia. Arma un cuaderno de flores, de leyendas y reflexiones. Observa como amanece aquí, y llevalo contigo, así comprenderas que en todo el mundo es igual: No somos diferentes de quienes nos critican, pero somos distintos en si mismos.
Deja que alguien te destruya hasta los cimientos, y con las partes derrumbadas elige armar un puente -seguro y firme- para atravezar el acaudalado rió de tus lágrimas.
No construyas muros que te aislen, deja que todos vean quien eres, y atrae viajantes que compartan sus mundos. No construyas una pared, no te dividas. No abandones un sueño, ya que eso es renunciar a la vida. Respira, desde el fondo de tus pulmones, y absorbe el aire fresco. No temas a perder, y así mismo, valora los pequeños triunfos.
No dejes tu destino en manos equivocadas, en las manos de quienes pretenden el mar para domarlo, la arena para calcular sus tiempos, la tierra para construir sus imperios, y las personas para justificar sus mentiras; Ellos te temen y no al revés; les das el poder y puedes quitárselo también.
Todo se esta moviendo, no te permitas pensar en resignarte. La esperanza te despierta, los deseos te levantan, y las utopías te mantienen vivo. Seguí caminando. Recuerda aquel viejo muro al caer la noche, la luces de las antorchas, los ruidos de las barricadas, los hombres y mujeres que lloraban... Aquello significo un punto final para las separaciones y las ausencias.
Recuerdas cuan emocionados estábamos, que hasta llorabamos? Reíamos sin prestarle atención al que dirán, sin reprimir los llantos unidos con los de nuestros compañeros.

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