Un baile de maniquies sin cabezas en un salón muy cerca del sol. Con porte elegante llegan las invitadas vestidas con sus mas elegantes atuendos. Llevan del brazo a sus parejas de ese dia. Solo del hoy y ahora. De momento se sienten agraciadas. Son las mas bellas para todo mundo. Su vida es asi, es simple y compleja en sus faces mas dramaticas. Saben que solo son eso, muñecas de expocision para la vitrina del patron. Sostienen esa farsa de la barbi perfecta dia y noche sin licencias. Y en sus vidas no hay mas. No conocen que hay mas alla. No miran mas alla de lo que se puede observar en el horizonte hasta la punta de sus narizes. Todo lo que saben lo aprenden de lo que ven pasar, porque asi es, la vida, la suerte, el mundo todo pasa por enfrente de su vidriera. Y aveces se queda suspendido un rato, demostrandoles lo que hay detras de aquel vidrio pero ellas no pueden saber. Y ahora en ese desfile de deidades terrenales estan sonriendo como siempre, como nunca. Hasta entonces, muchas veces giro el mundo en sus cuerpos, pero jamas tubeiron lo que muchos anhelan, la capacidad de pensar, aunque sea por un segundo, por ellas mismas. Son modelos de masas, perchas de modas, sin pensamientos, sin sentimientos. Sin corazon, sin cerebro. Cual personajes del Mago de Oz. Transitan un mundo de marmol, de carton y de piedra. Enamoran pero no se enamoran. No saben lo que es desear, no conocen el amar. Y hay hombres, de armas tomar, que de su rutinarias vidas las quieren sacar. Pero es muy dificil cuando toda la magnitud de su ser esta pegada en un solo lugar. Estan ligadas a sus pedestales y alli se quieren quedar desilucionando a aquel que la quiera rescatar.
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