29.12.11

No es una pena?


No te preocupes, muchacho, sigue volando con tus alas prestadas, no rompas mas espejos cuando no hay de que ocuparse. Solo mantente atento y no dejes que me distraiga; no  me abandones sin una simple explicación –sabes que no lo soportaría-. Solo perdóname, muchacho, no me dejes gritando; solo cállame con un beso que  sea con gusto a te quieros, siendo esa tu mejor arma para calmar mis intentos. Solo elévame un instante, ponme a la par de tus sentimientos, y conversemos un rato, y luego hazles entender a ellos lo que ni yo misma comprendo.
No te preocupes, vete despacio, da lo mismo si mi orgullo no me dejará suplicar, no hay amarras en este mundo.  Solo no te olvides de cerrar la puerta detrás de ti, pues mi espíritu puede escaparse de mí, y, si fuera  inteligente, no volvería.  Podría lentamente borrarte de su memoria, y hasta podría escribir una nueva historia en la que no aparezcas.
No vuelvas la vista atrás, por favor muchacho, que mis ojos  se estarán cerrando, se estarán acostumbrando, y entonces ya no habrá mas penas, aunque si algún olvido.
No te preocupes por la oscuridad, solo recuerda dejar alguna luz prendida que alumbre, aunque mas no sea, tu estela.  Yo, por mi parte,  justo comenzare a pensar cuando ya no te adivine en mi espalda; solo no te acerques porque caiga viernes;  solo no regreses porque puedo condenarme para siempre.

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