5.7.09

¿Amor u otros demonios?

El amor no puede ser dirigido ni, mucho menos, pensado. El amor es justamente lo contrario al razonamiento lógico de las situaciones. Uno no planea enamorarse, solo sucede, y es inevitable una vez que llega. Lo que trato de decir, es que no se puede elegir al ser amado.
El amor es mucho mas poderoso que cualquier razonamiento, el corazón tiene razones que la misma razón desconoce. En este juego se trata de sentir o no sentir.
Es un sentimiento que no se puede confundir, es mucho mas profundo que un montón de palabras en rima. Y cuando el amor dice no, no hay nada que se pueda hacer. Lo ilógicos del asunto es que hay momentos en los que damos sin recibir, pero no nos interesa porque somos felices de brindarnos por completo. El momento mas feliz del amor, es aquel maravilloso entonces en el que recibimos el mismo amor puro y verdadero que damos. Este es el amor correspondido, el verdadero, el intenso, el que merece ser contado infinidad de veces, pero también es el que no pasa seguido, y allí radica su misterio.
Enamorarse es un viaje de ida, - una vez que se conoce el amor, ya nada puede volver a ser lo que era antes-, se vuelve una necesidad biológica, -para que funcione nuestro cuerpo, necesitamos la presencia del amado-, es una necesidad sentirlo cada día en la piel, y en el alma. No hay forma de controlar las pasiones que este sentimiento desencadena. Y es que, el amor es como la guerra, transforma a las personas, para bien o para mal. No se sabe con exactitud de donde viene o como empezó, y tampoco a donde va a llegar, pero a nadie le importa. El amor es la mejor aventura.

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