29.12.10
26.12.10
Defensa de la alegría
Defender la alegría como una trinchera, defenderla del escándalo y la rutina, de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias, y las definitivas.
Defender la alegría como un principio, defenderla del espasmo y las pesadillas, de los neutrales y de los neutrones, de las dulces infamias, y los graves diagnósticos.
Defender la alegría como una bandera, defenderla del rayo y la melancolía, de los ingenuos y de los canallas, de la retórica y los paros cardiacos, de las endemias y las academias.
Defender la alegría como un destino, defenderla del fuego y de los bomberos, de los suicidas y los homicidas, de las vacaciones y del agobio, de la obligación de estar alegres.
Defender la alegría como una certeza, defenderla del óxido y la roña, de la famosa pátina del tiempo, del relente y del oportunismo, de los proxenetas de la risa.
Defender la alegría como un derecho, defenderla de dios y del invierno, de las mayúsculas y de la muerte, de los apellidos y las lástimas, del azar...
y también de la alegría.
Mario Benedetti
23.12.10
21.12.10
Le Violon d'Ingres
20.12.10
Rever
Soñabamos dejar de soñar para pasar a proyectar, para hacer los sueños realidad, para dejar de ser nadie, tan solo un numero. Soñabamos y pensabamos, imaginabamos y soñabamos. Soñando encontramos que todo puede ser realidad si asi se plantea. Entonces dejamos de soñar y pasamos a creer, a creer en lo posible. Porque lo imposible es nada.
27.11.10
Los sueños de realizaciones futuras
23.11.10
23/11/2010
20.11.10
7.11.10
Fuera de contexto
Los hogares ya no eran suyos, las calles los veían pasear, sentarse en una plaza de la capital, y en el banco pintado de parejas, ponerse a cantar sin discriminar entre lo que era bueno, y lo que estaba mal. En un zaguán se besaban, y cuando la sirena sonaba, a correr por la ciudad. La ciudad real, la city era otra, a la que no acudían por miedo a no encajar.
En las noches las madres lloraban, y de día salían a caminar juntas, solas, de a pares, con ese curioso andar. No eran felices las caras, no eran sonrisas al pasar, apenas mirando el piso con miedo de los pies que las puedan chocar.
Ellos, fuera de tristezas estaban y se amaban en su situación irreal, en su presente inmortal, en su presente final.
Pero no era un tiempo para amores , no era un tiempo para gritar, no había que resaltar, y el amor, inevitablemente, te vuelve especial.
Una noche todo acabo: él se fue en un facón y no volvió. Su madre camino la plaza pero no lo encontró. Ella volvía cada tanto al parque en donde solían cantar, hasta que un día no volvió mas.
Hay quienes dicen que se volvieron a encontrar, y que de la mano sus cuerpos cayeron, y aun están juntos en algún lugar, perdurando en su infinita atemporalidad. Paralelos a la historia, fuera de contexto, entre paréntesis para siempre.
28.10.10
convicciones
13.10.10
¿Sera que deje tejido atras mio una inmensa telaraña sin sentido que me une a los recuerdos y al futuro pero de una forma liberada de leyes, de una forma escandalosa que no importa demasiado.?
¿Sera que quiero pero no puedo o que puedo pero no quiero. Tal vez es que no se lo que deseo y en la confusion actuo erradamente con intereses falsos hasta para mi, o quizas sea que la ambicion mas grande sea imposible de recuperar para mi. ?
14.8.10
8.8.10
El mejor lugar del mundo
26.7.10
Mirador con lupa.
La irrealidad como fuente inmediata de sueños, locuras, ensoñaciones, y velas infinitas, me lleva a pensar en mi como a un ser un poco mas pequeño de lo que la razón me deja ver; un ser mínimo, divisible en miles de partes. Y las miles de partes, en millones mas pequeñas que bailan solas, saltan, juegan, cantan, gritan , si, sobre todo gritan, y pelean, y gritan, y rugen, y corren, y se desviven por salir, por ganar, por ser la única, indivisible y permanente. Pero en esa puja irremediable se mantiene el estado de las cosas, se mantiene el llamado status quo: ninguna gana, ninguna pierde, o todas ganan,todas pierden, según como se vea la situación. Es como el caso de optimistas vs. pesimistas: vaso medio lleno o vaso medio vació, dicen que depende de la la lupa con que lo mires. Dicen, no se, porque lo que dicen aveces son puras pavadas.
20.7.10
Sombras
Oscuros personajes de la vida cotidiana. Nadie les habla, nadie les presta atencion y estan condenados a estar aunque no lo deseen, estan condenados a vivir la vida de otros, a pasar por debajo de las personas, a copiar cada movimiento de algun individuo sin importancia para ellos. Espectros que vagan sin explicacion a la luz del sol, y por las noches desaparecen de la vista. Siluetas que imitan una realidad que no les pregunta nada, que no les consulta.
15.7.10
Donde el beso se hizo sal
Y se escapan mis besos, aveces se escapan y corren raudamente en busca de algún beso suelto que ande volando.
No quiero que salgan, no los dejo salir, y todo se resume al miedo, porque cuando los dejo salir pasan cosas, siempre que salen algo pasa.
Cuando se escapan van flotando en el viento al encuentro se unos labios solitarios, cálidos; aquellos que los sientan acercarse y se apuren para alcanzarlos. Una boca desesperada por sentirse a si misma, por probar un sabor nuevo, por compartir suspiros en cuevas oscuras, húmedas, secretas.
Los beso impactan sobre aquellos labios y se graban a fuego en la memoria de esos músculos, en la retina de su dueño, del guardián de los besos solitarios, fijos para siempre en lo profundo de sus ojos. Inquietos, mis besos, no dejan de moverse, hace tiempo que pasaron el umbral de lo indecoroso, y ya no importan los limites de las bocas, están mas allá porque vuelan como la imanación de un escritor. Mis besos son poesía cuando se funden en otros y dejan, por un momento, de ser mios, dejan de pertenecerme, o lo olvidan, en cualquier caso pasan a tener un carácter incontrolable. Son del viento, o del tiempo, ¿Que mas da? Son de quienes quieran probarlos, de todos: de quienes los usan para divertirse, y de los que los llevan en el alma, pero por sobre todo, y en especial, son de los labios que los atraparon al vuelo, y mis besos lo saben; saben que, aunque lo deseen, no pueden tocar otros, pero ese no es problema, pues no lo desean. Son libres y en su independencia deciden pertenecerse unos a otros, y ¡Que fantástico es sentirse libre aun atado!
Pero todo se vuelve un caos cuando el miedo los comienza a manejar, y abandonan su autonomía sin darse cuenta, peligrosamente no entienden su presente, se confunden... Entonces los besos finales se llevan las alegres remembranzas de colores tan distintos que alumbraron el ayer -todavía fresco- que se aleja sin detenerse.
La separación definitiva, el adiós final que se convierte en un grito de batalla. A la distancia ven esos labios que los habían amarrado a un puerto seguro, y son otros, son muy diferentes están cambiados. Por eso se humedecen mis labios, se desilucionan, y prometen jamas volver, con la certeza, en su fuero interno, de que volverán; y yo se que lo harán el día en que me distraiga y vuelvan a escaparse.
Eso es algo que puede pasar, pero también puede suceder que los besos salgan y corran gritando como locos festejando su libertad, se lleven por delante el mundo, pierdan la inocencia y conozcan que hay muchos besos como ellos cuyos temerosos dueños no los dejen salir seguido, y que aprovechan cada oportunidad para ser felices. Pasara, entonces, que los besos olvidaran su caja para siempre y se irán sin mirar atrás, tarareando alguna canción de los beatles que hable sobre el ayer pero se la confundirán como siempre con alguna otra, de todas formas la dejaran ser, fluir. Y yo me iré con ellos.
Cualquier cosa puede pasar, por eso no salen a pasear.
26.6.10
En mis bolsillos
A mi orden se formaran como una coreografía armada. Hablarán por si solas, dejaran los sonidos atrás. Tanto sera así que me habré librado de la obligación de escuchar mi voz. Silencios que hablan son los escritos; silencios maravillosos que hablan sin hablar: son mis bolsillos que dicen sin gritar. Palabras como espejos, palabras mis reflejos. Brillantes, fugaces, alegres serán las historias. Mis amantes transitorias, mis amigas ocasionales, mis adoradas creaciones. Escritos que perduran, letras que persisten libres como el tiempo.
Se abren mis bolsillos, ellas saben que deben volver adentro; me miran anhelantes, pero soy implacables. Haciendo un sutil movimiento comprenden y vuelven, se guardan. Juntas mis palabras esperan salir y conquistar cada hoja, para retomar su ritmo de locas revoltosas.
21.6.10
A Laura y Luis Alberto
Vive y salta, que hay colores en las miradas.
Y el sol te llama, deja que sus rayos iluminen múltiples caminos.
Laura juega a ser otra, y siendo todas, se ninguna.
Descubre que sos única, y que en la originalidad no hay mas que realidad, para vos.
Y, todo cambia, y tus ojos miran distinto, pero no son otros, son los mismos.
Deja de llorar por lo perdido.
Laura no sientes dolor,
escuchando esta canción
que te lleva al ayer,
que te endulza y vibran tu mente y tus ganas otra vez.
Laura ríe y canta, sueña y siente,
piensa y llora, pelea y grita.
19.6.10
La Maga se despide
con mis anhelos e ilusiones
en los largos sueños o en velas.
Si me oyeras gritandole a la luna sus condenas
para que aprenda
o para que sienta mis penas.
Julio, quisiera que existas en el ahora
inmemorial e insistente
percistente en tu presencia
para borrarme las deshonras
que dejo en mi tu ausencia.
Te recordé hace unas noches
escuche tu voz serena
y llore mis memorias
pues tu no regresas.
¿Que sera Julio de mi sin tus cronopios,
que sera sin tus famas?
Ay de mi si me olvido
y dejo de ser tu maga.
Dejó el mundo de girar
deje de sentir el tic-tac
deje un reloj escondido
para juntos irlo a buscar.
Cumplí la cuota de razón
ya mi cuerpo no lo aguanta
dijeron debía seguir mi pasión
porque la vida me aguardaba.
Ay Julio, hoy dejo en ti mis esperanzas
abandono nuestros momentos
porque no quiero seguir en amarguras
y los pasados son siempre tan perfectos.
Adiós a ti, amor mio
no volveré a rezar en tu nombre
para que puedas descansar y cuidarme
a lo lejos como siempre.
7.6.10
Aroma a mieles y almendras
Era una negra de pueblo con conocimientos que nunca eran suficientes para los hombres que allí vivían, eran mas de los de las mujeres que se decían finas, que arrugaban la frente de su madre anciana.Que evidente era que poquita cosa valía; que carácter de macho la negra tenía; que hembra retobada le había salido.
Era brava, y el campo, en sus ojos, crecía, y oscura su mirada esperaba; y olía a mieles, y olía a almendras, y -¡Que se yo!- olía a vida. Pero eso las gentes no lo sabían pues a ella no se acercaban, pues de ella solo se hablaba... en los bailes del pueblo, en los salones donde trajes y vestidos, y jamas un suspiro. Se hablaba en secreto, como algo prohibido, ilegal, que estaba mal.
Más allá de las habladurías la negra seguía abriendo los ojos con el alba cada mañana a lavar las mentiras, y las ropas para los patrones, para ir a los salones que nunca iba ella a pisar; paredes que a ella conocían pero no dejaban pasar.
Más allá de todo, al terminar el día la negra era siempre la negra y nada más: era brava, como decían, y olía a mieles, y olía a almendras; y, algunos diremos, olía a vida.
22.5.10
Rodolfo escucha...
Rodolfo, sé quien sos y aún sigues siendo. Escucho tu voz,sabia y concreta, en tu carta final. Aquella fue, sin quererlo, tu despedida. Dejaste un adiós entre las lineas de tu protesta, despertando a la lucha dormida. Rodolfo estas vivo, y aún sigues luchando. Conozco tu obra y creo en tus ilusiones. Seguimos aquí, y tu estas llorando. Se oyen tus lamentos, lágrimas del tiempo, y se pierden tus enseñanzas, mientras a tus letras se las lleva el viento. Rodolfo, no escuches lo que dicen los necios, voces vacías, sin sentimiento. Ridículas las frases con las que hacen banderas, se encolumnan detrás de embustes, y son los dueños de la verdad. ¿Quien los puede contradecir Rodolfo, si viven instalando mentiras alrededor? Si pudieran verte. Ay! Rodolfo, escucha a los cantores que vienen marchando del monte. Quieren ser oídos, pero no son si quiera vistos. "Sólo quieren opacar", dicen algunos. Mentira, Rodolfo no les creas, no los escuches, no a ellos, no a los necios. Rodolfo escucha las voces que no valen por lo que aparentan. Escucha a quienes gritan en silencio, a los que están mudos para los medios. Rodolfo escucha a quienes son hoy como tu hace tiempo. Sigues siendo el mismo de ayer, y sigues estando, aunque hayan querido desaparecerte. Sigues escribiendo, Rodolfo, aunque te hayan intentado borrar. Y, sigues gritando, Rodolfo, pues sabes que a las ideas no se las mata como al cuerpo.
11.5.10
Como el amor se juega, y con el amor no se juega.
9.5.10
Canciones, vida mia, solo canciones.
Repetido miles de veces, es mejor.
Entendido alguna vez, para variar.
Lo que me dolía, hoy me hace volar.
De a ratos, un sentimiento extraño, de confusa libertad.
Algo que no estaba y ahora esta.
Algo que se fue, ya no me hace llorar.
Sonrió sola, por lo bajo y la escondo.
Y me escondo de mi misma.
Puedo ser muy loca, puedo estar muy loca.
Redención, vida mía, redención.
Complejidad es mi linea.
Sigo tranquila, como si nada, como si fuera otra.
Continua igual la vida mía, continua igual.
Levemente bien, sutilmente mejor.
Ayer mejor, ayer peor.
Hay muchos ayeres, hay distintos pasados.
Punto y aparte para ellos.
Sin tachar, que no hay mejor manera de olvidar
que seguir escribiendo sin borrar.
Papel en blanco no voy a tener nunca mas.
Ha corrido tinta por mi hoja, no hay quien lo pueda negar.
Desarraigo, vida mía, desarraigo.
Repetido una vez mas para fijar.
Entendido al fin?, quien lo sabrá.
Lo que me dolía ha quedado atrás.
Ayer quedo por fin atrás.
Por lo menos por el ahora que me toca transitar.
Dentro de unas horas no se que pasara.
Por ahora: adiós, vida vieja, no te extraño mas.
1.5.10
El reloj de bolsillo
11.4.10
Y
6.4.10
29.3.10
Olvida, pronto.
La vida pasa rápidamente para quienes estamos aquí, lo único que queda, entonces, son las memorias. Pero el exceso en todo sentido es perjudicial, en este caso, tener memoria absoluta es doloroso. Recordar cada detalle, cada palabra, cada silencio, desde los susurros mas dulces hasta los colores del día, debe ser el abismo para el bienestar psicológico. Tener guardado en la memoria cada instante de los vividos; el color de unos ojos, las miradas enamoradas que ya no están, el olor característico de una piel, la voz de alguien, las palabras mas bellas que ahora son ausencias, el sabor de unos labios, el ardor del dolor, las lágrimas bajando, el rostro de una despedida, el ruido de un objeto cayendo que te transporta a mejores tiempos, y sus significados; todo lleva impregnada la crudeza del ya no ser. Cada pequeñez es infinita, y al no existir el olvido, las tristezas se agrandan, las nostalgias perduran, hasta adquirir una importancia rayana en el idealismo.
En este caso, el tiempo solo haría más difícil la convivencia con el pasado ausente pero aún vivo; el tiempo sólo incrementaría la nitidez y frescura de los recuerdos encapsulados. Sólo haría más ardua la espera.
El trabajo de los amantes debería cambiar para amoldarse: si se aman no se dirían nunca un "no me olvides", sino más bien "Olvida, pronto".
26.3.10
24.3.10
Día de la memoría, por la verdad y la justicia.
No olvidar, no hacer la vista gorda, no mas puntos finales, no mas generaciones aniquiladas, no mas del "no te metas", no mas del "Algo habrán hecho", no mas vergüenza, no mas silencios, no mas censuras, no mas miedos, no mas oscuridad, no mas de todo eso. Porque siempre están al acecho, buscando el momento oportuno para volver. Son como las ratas oliendo la comida, esperando que no haya nadie, y al amparo de la oscuridad, agarrando un trozo de basura. Pero no van a volver si recordamos, no van a volver porque estamos preparados, porque no vamos a repetir lo mismo, porque sabemos como fue, porque elegimos libremente, porque maduramos, porque prendimos las luces y nunca mas se apagaran. Y son 30 mil luces, y son muchas mas. Son los 400 chicos que todavía se buscan, y los 101 que ya se encontraron. La luces son las madres y las abuelas, y los padres y los hijos. Y se alumbra la Plaza de Mayo, se alumbra el Santa Lucia, se alumbran todos aquellos lugares donde era común ver a aquellas treinta mil luces que se apagaron. Porque somos jóvenes y entendimos la lucha que hubo antes de nosotros y la tomamos y la seguimos. No van a volver porque sabemos que no se negocia la libertad. No van a volver porque no olvidaremos. No van al volver porque vamos a gritar fuerte y claro, con bronca y repudio: Nunca más!
22.3.10
puedo decir: tu pintura esta lista...
Elegí, tomándome mi tiempo, cada cosa que iba a formar parte de el: los pinceles mas suaves para que al rozarlo no sienta mas que un leve cosquilleo que lo hiciera sonreír; los acrílicos espesos, para que se pudieran apreciar, a simple vista, las texturas tan distintas y tan iguales que lo forman; un lugar fresco para no aburrirme, y un copita de plástico color azul marino para que el agua se convirtiera en mar mientras pintaba.
Las hojas del otoño caían aquella tarde y le daban al arte una oportunidad mas de inspirarse, pero las musas ya estaban enfocadas en otra cosa. Mi cuadro iba tomando forma, mi orgullo iba en aumento, las hojas seguían cayendo, el viento soplaba sin tregua, y la noche se entre veía cerca de los árboles. Entonces, tome el pincel mas fino, y dibuje aquellas pestañas. Estaba listo.
La humildad era para otro momento, no allí, no ahora, no con aquella belleza mirándome desde un lienzo. Decidí cambiarle el titulo a la obra, y sobre la marcha improvise unas palabras sin ningún sentido para restarle emoción.
El camino de la artista había concluido, y soberbiamente, me regale un aplauso apagado y contundente, sonreí, y me quite los ropajes de pintora. El cuadro se quedo solo con mi persona en el silencio de aquella noche. Lo mire fijo durante largo rato intentando encontrar las palabras para definirlo, los errores para criticarle, las manchas, algo que lo hiciera menos perfecto y que justificara el hecho de no mostrárselo a nadie jamas...En eso estaba cuando me vinieron a la mente los recuerdos, las noches soñándolo, las tardes preparándolo, los anhelos en él depositados... Invariablemente correría la suerte de un simple cuadro de decoración de consultorios médicos sino se lo obsequiaba a su ideólogo implícito, y eso sería una real pena.
Aquel cuadro fue lo que debió ser, fue invisible, fue luminoso, fue admirado y despreciado en igual medida, fue cómodo, y por sobre todas las cosas, fue la prueba tangible de un momento inmejorable. Ahora es un recuerdo colgado de una pared.
21.3.10
If...
20.3.10
Fueguitos
18.3.10
Punto de inflexión
Es sólo un detalle encapsulado en un momento, una claridad única y maravillosa. Invariablemente la historia cambia de allí en adelante. Se caen las estanterías, se borran los dolores, se desatan las tormentas y se invierte el orden establecido. Este, llamado punto de inflexión, es nada más ni nada menos que una revolución de carácter interno, sin pausas ni prisas, pero tan contundente que llega a la victoria en un instante y hecha por tierra el pasado. Ese segundo, aquella aura, aquel momento tan fugaz e impredecible es lo que nos hace despertarnos, levantarnos de nuestro letargo, es una reacción, al fin!
Pero para llegar a aquél punto, primero hay que equivocarse, hay que estar dormido. En matemáticas, antes de llegar a la inflexión la función debe ir frenando en su camino. Pero aquel no es un tiempo perdido, pues luego de aquel instante vuelve a acelerar más decidida y más fuerte que antes. En la vida es igual: se debe llegar al punto de inflexión, frenar, reaccionar, para luego salir fortalecido de nuevo a la vida.
15.3.10
14.3.10
Bronca, cuando ríen satisfechos, al haber comprado sus derechos.
Bronca cuando se hacen moralistas, y entran a correr a los artistas.
Bronca cuando a plena luz del día sacan a pasear su hipocresia.
Bronca, de la brava, de la mía. Bronca que se pueda recitar.
No puedo ver tanta mentira organizada, sin
responder con voz ronca mi bronca.
Bronca porque matan con descaro, pero nunca nada queda claro.
Bronca porque roba el asaltante pero también roba el gobernante.
Bronca porque esta prohibido todo, hasta lo que haré de cualquier modo.
Bronca porque no se paga fianza si nos encarcelan la esperanza.
Bronca, pues entonces cuando quieren que me corte el pelo sin razón:
es mejor tener el pelo libre, que la libertad con fijador.
10.3.10
Gravedad.
Algo cambió, allí no hay más, pero aquí sigue todo igual, y trataré de ganarle a la gravedad. No quiero, otra vez, caer, prefiero volar como mariposa y morir al ponerse el sol dejando atrás lo que me hacía bajar.
No hay nada que decir, el segundo beso fue muy claro lo entendí, las palabras sobra, es un adiós para mi. Pensé en mucho mientras golpeaba el suelo, una y otra vez, y mi espalda se quebró, no hay músculos pero las fuerzas de la naturaleza no se rinden, siguen golpeándome.
Cerrando los ojos, apretando fuerte los dientes y encomendándome a los cielos, corro hacia el acantilado, y la luz del sol proyecta sobras en las imágenes de mis ojos. Y voy abajo, pero algo pasa. Me logré escapar. Le gané a la gravedad.
27.2.10
20.2.10
Pequeñas historias de un pequeño pueblo. Chivilcoy, como cualquier otra ciudad tiene colectivos, tiene centro, tiene boliches, tiene equipo de futbol, y tiene personas que sienten y viven, crecen y maduran, sueñan e intentan. Adoro a estas personas, las amo aun sin conocerlas porque armaron de este pedacito de tierra una hermosa ciudad. Las quiero porque son tan parecidas a mi, y son anonimas, son desconocidas.
Lo común en Miranda
En aquel tiempo en que la conocí, era la secretaria de un estudio contable impositivo, un trabajo que le demandaba una gran parte del día, y todas sus fuerzas. Era por eso que, al salir del trabajo, lo único que la satisfacía era recostarse sobre el pasto en su casa, olvidándose del resto del mundo, y dejando de lado, por un rato, las obligaciones cotidianas con las que convivía. Pasaba un buen momento. Pero al levantarse, veía con horror la cantidad de tareas pendientes que clamaban por su presencia inmediata, y, su buen momento, se transformaba en una irresponsabilidad de su parte, de la que se arrepentía, y la cual la torturaba.
Miranda era una mujer callada, de costumbres simples, que pasaba sutilmente por la vida. Una de esas mujeres sin matices, que gustaban de placeres cotidianos, y se caracterizaban por el gris, por las medias tintas. Se sentía pequeña en el universo en el que vivía, pero al mismo tiempo se sentía cómoda, y es por eso que nunca había hecho nada por cambiar. Le gustaba el anonimato del que gozaba, experimentaba una especie extraña de libertad, que la confortaba pero no iba más allá de eso. Una mujer fácil de convencer, alguien que no conservaba un ideal mas de un mes, con quien era muy aburrido discutir ya que luego de dos o tres observaciones, a modo de debate, abandonaba su punto de vista, para dar lugar a una resignación de la derrota, que la hacia convencerse de cualquier argumento.
Una de las cosas que más recuerdo de ella, es que nunca miraba a los ojos, a nadie. Tenía la mirada clavada en el suelo, y si alguien era lo suficientemente insensato como para hacerle ver esa característica, entonces, por pura cortesía, accedía a subir la mirada, pero, con rapidez, encontraba un punto en donde fijar la mirada, fuera de los ojos escrutadores de su interlocutor. Solo una vez recuerdo haberla sorprendido sosteniéndole la mirada a alguien, pero es de algo de lo que no voy a hablar, ya que no es parte del recuerdo tan bien armado que tengo de aquellos tiempos.
Lo que si sobresalía del común de la gente, era su increíble capacidad para sonreír, aun en los momentos mas inoportunos. Siempre encontraba algo por lo que reír, cualquier cosa, y en este punto soy inflexible, siempre, siempre, siempre, se le escapaba algún tipo de sonrisa. Algún tipo de sonrisa digo, porque tenía distintas risas, a saber: la risita nerviosa, esa que empleaba luego de que alguien le hiciera un comentario marcándole un error o algo por el estilo; la sonrisa vergonzosa, que venia acompañada de un sutil temblor en las piernas, manos transpiradas, y mejillas sonrojadas.; la risa obligada, era falsa, y cuando la hacia, se tapaba el rostro con las manos y movía la cabeza hacia abajo, para dar la sensación de “tentada”; la risa histérica que se le escapaba cuando estaba demasiado triste, y que consistía en una carcajada desbocada, aguda, y concluía con los ojos rojos, o, en el peor de los casos, un llanto desgarrador; finalmente, la verdadera., la más hermosa de todas producto de la dicha neta, una que la podía dejar tirada en el piso, una risa incontrolable que terminaba con un dolor agudo en las mejillas. Pocas veces, tuve la fortuna de disfrutar de la verdadera risa, pero aquellos momentos los atesoro.
Tengo la certeza, aunque no confirmada, de que su máximo temor eran los cambios. Siempre que alguien proponía un plan que se salía de lo regular, o cuando, por algún motivo, se veía obligada a salir de la rutina, se podía apreciar en su rostro el pesar que esa situación le producía. Tanto es así, que la recuerdo enferma de gripe en el medio de un campamento que organizo una amiga, y al que asistí también. Ya durante el viaje se sospechaba su molestia, pero fiel a sus principios, no se quejaba de nada en absoluto. Eran días soleados de verano, en donde el calor reinaba, pero no sofocaba. La segunda noche, supongo que trato de censurar su enfermedad lo más que pudo, cayó con fiebre en la carpa. Volvimos antes, para llevarla a algún hospital, pero apenas volvió a su casa, a la ruidosa ciudad, todas sus dolencias desaparecieron, y, repentinamente, la fiebre desapareció.
La incomodidad ante situaciones nuevas, y su temor a los cambios bruscos, le producían un malestar físico. Miranda somatizaba todos sus problemas, volcándolos a su cuerpo.
Jamás vi que se le escapara una lágrima, y eso que la acompañe en momentos de gran tristeza. Algunas de sus características eran el temple en su carácter, y la rudeza de sus sentimientos. Siempre la pensé como una mujer curtida por la vida, de secretos inconfesables, de misterios indescifrables, de llantos censurados.
No era una mujer de pensamientos claros, y no era común que los compartiera con alguien más que ella misma, así y todo, tengo total seguridad de mis conclusiones, aquí volcadas.
12.2.10
Receta.
Bailar tango para escuchar sentimientos similares.
Escuchar Los Beatles para descubrir la magia de la vida.
Mirar El Padrino para aprender trucos para vivir.
Comer para fortalecerse fisicamente.
Llorar para lavar las tristezas.
Abrazar a un amigo para no sentirse solo.
Seguir adelante para ser feliz.
10.2.10
9.2.10
Viajar en auto.
Me gusta que me hablen cuando vamos en el auto, que me cuenten secretos, que estimulen mis oídos, pero que jamas esperen una respuesta pues me absorven los misterios de la noche, la oscuridad y profundidad del cielo, las brillantes luces de las avenidas y calles; que sepan que, a pesar de todo, les presto atención, pero en mi silencio encuentren mucho mas de lo que las palabras puedan expresar.
Me gusta viajar en auto, solo disfrutando del viaje sin preocuparme del destino, y deseando con fuerza jamas estacionar, nunca parar, seguir siempre con rumbo indefinido hacia lo desconocido.