Era como una tarde de otoño que se iba en cada hoja, en cada suspiro. Era asi, inesperado, inesperado, inesperado. Pero ahora es como una duda en el espacio, como un invierno nevado. Como lo que se espera que pase y no pasa nunca, y se estanca en la angustia de quien de ilusiones vive, de quien vive, de quien se queda, de quien espera. Y no ocurre, no pasa por mas pedido, por mas ruego, por mas fe, por mas religion, por mas llanto, por mas recuerdo. Era como un otoño que se corto con una nevada inesperada, inesperada, inesperada.
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