Pero no es su culpa, simplemente fue educado por padres conformistas, que le inculcaron el vació mental con objeto de resguardarlo de los peligros que genera el exceso de pensamientos. Pero tampoco es culpa de ellos, son nada mas que el reflejo de un modelo perverso, pensado por quienes asaltaron las ideas, condenaron los libros y desaparecieron generaciones.
Así es como los padres de Zelig, lo condujeron al centro del mundo y lo mimetizaron con su entorno. Y, así fue, como sucedió que se convirtió en una minúscula y absurda parte de un nada disfrazado de todo.
Y, dentro de aquel vació hipócrita, juzga y observa con odio a todos aquellos que levantan la cabeza. En ese, su mundo, se siente cómodo, aceptablemente equilibrado, y sustenta con orgullo su estante de trofeos vacíos, pues el entiende que no destacarse es su mayor logro.
Está irremediablemente atado a su vida, no conoce conceptos como felicidad o amor, y considera que palabras tales como orgullo, honor, o libertad deberían desterrarse del vocabulario global , así como los significados que encarnan.
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