
Los finales son algo desconocido, pero eso es así únicamente porque están adelante del camino, porque olvidamos los finales conocidos. Los borramos, como todo lo que no nos gusta, y lo colocamos por fuera de nuestro muro, fuera de nuestros limites. Los finales son ese espacio en donde no tenemos soberanía, en donde la razón no gobierna.
Pero los finales se arman con el camino. No hay ningun tipo de final si anteriormente no hay un sendero. No hay termino sin principio. Y nosotros construimos el camino, y elegimos a lo largo de el. Y el final es la consecuencia del proyecto, del trazo realizado. Podemos deducir, entonces, que el final lo construimos nosotros. Por consiguiente, no hay que tenerle miedo. y no hay que olvidar que despues de un final siempre hay un nuevo inicio.